Esta semana tocaba entrada sobre el cuarto test de 1000m de natación, pero va a ser que no.
La semana pasada, viendo que teníamos un día de sol en medio del diluvio y los sucesivos temporales del mes de febrero se me ocurrió cogerme un día de fiesta para entrenar. Sólo fueron 2h45 de bici para hacer la vuelta a Egino donde me encontré a Iván Gil, con quien siempre da gusto ir en bici si tienes piernas para ello, a 205w/224mp/146ppm. Nada del otro mundo, aunque el pulso un poco más alto de lo normal y también más dolor de piernas. A la tarde tenía intención de quedarme en casa, pero tuve que subir a Miñano a trabajar sin descansar apenas.
El viernes seguía con sensaciones raras, pero me metí el entrenamiento de natación de intensidad alta en la piscina de 50. Por suerte, o porque ya no podía más, de los 3 bloques que tenía, sólo hice dos.
A partir de ahí, un cansancio, malestar general, dolor muscular por todas partes. Las típicas sensaciones de gripe, pero sin fiebre, aderezadas con un dolor lumbar provocado por otro error: intentar empezar la temporada con la cabra con la misma posición con la que terminé la pasada.
Con la edad no voy a dejar de cometer errores, pero sí creo que les voy a poner remedio antes. Así que:
-4 días de descanso total. Podrían haber sido 3, pero mejor asegurar que volver a cagarla.
-Manillar 1 cm arriba de nuevo, aunque para ello necesite 4 llaves Allen diferentes y tener que soltar el freno delantero.
-Fisio para soltar la zona lumbar.
-El más difícil y que todavía no he hecho: estirar estirar y estirar los isquios, glúteos y zona lumbar antes de que se me vuelva a cargar el psoas.
De que lo haga dependerá el éxito que pueda tener este año en las carreras.