II Duatlón de Valtierra. Previa.

Una pequeña previa del Duatlón de Valtierra, una de las carreras que más ilusión me hacen del año, por correr en mi segunda casa compitiendo por la carretera en la que aprendí a andar en bici, delante de mi familia…

Sólo me ha dado tiempo a mirar muy por encima la lista de inscritos: Creo que de los primeros del año pasado estamos todo, más Igor Flores que el año pasado no estuvo. Así que probablemente, el guión será parecido al del año pasado, pero con algunos cambios: Ibai Alba anda este año mucho más en bici, por lo que igual no le podemos ni coger entre cuatro tíos tirando, Igor Flores supongo que correrá como suele hacerlo, palo tras palo y creo que Iñigo Sevillano este año está más rápido que el año pasado corriendo.

Así que parece que la carrera será más difícil, pero también más bonita. He entrenado muy poco esta semana, pero no es una excusa. Era lo previsto. Estoy muy justito y ya me cuesta hasta recuperar de un triatlón Sprint.

Por otro lado, voy con la temporada hecha, una temporada preciosa en la que he obtenido los mejores resultados de mi vida y eso me da tranquilidad para afrontar la carrera sin ninguna presión, con ganas de pasarlo bien y a poder ser dar un poco de espectáculo en el pueblo como creo que ya dimos el año pasado.

Triatlón de Valbuena de Duero. Crónica. Otro 4º puesto.

Como viene siendo habitual últimamente, no me dio tiempo a escribir la previa a esta carrera. Mucho lío con el periodo de adaptación de Adrián para el que, como mucha gente, me he tenido que coger libres las mañanas y trabajar cuatro horas por la tarde no dan mucho de sí cuando quieren que hagas el mismo trabajo que si estuvieras a jornada completa. Además, por primera vez iba a Unibike como «profesional», para empezar a dar a conocer el proyecto en el que estamos trabajando y sobre todo, intentar conocer más gente en el sector. Esta visita daría para otro post bastante más extenso, tanto por lo que vi allí de bicicletas como por lo diferentes que pueden ser las personas en el trato… Pero de momento lo dejaremos aquí.

Unibike era el viernes, víspera de la carrera. Lo lógico hubiera sido quedarse a dormir por allí para no hacerme 1200 km en dos días, pero ya había quedado que iba a ir con Guz y Roberto en coche, así que tras salir de casa a las 6:30, patearme la feria unas cuantas veces y hablar demasiado para cómo tenía la garganta de mal, a las dos de la tarde decidí que ya valía y creo que con mis objetivos cumplidos a un 80% ( gracias a todos los que me ayudasteis a meter allí el hocico) me volví a Vitoria.

En lugar de parar en Boceguillas en el restaurante de siempre, opté por ir a un bar de carretera un kilómetro más abajo para comer supuestamente «peor», pero más limpio y evitar llegar hinchado a casa como suele ocurrirme.

Ya en casa, después de unos cuantos vasos de Pulco con miel, el sábado ya me levanté mejor, sin apenas cansancio y la garganta casi perfecta. Mucho mejor que el año anterior  así que no había excusas.

La táctica estaba más o menos preparada tras el scouting realizado como siempre por Guz, gran conocedor de los competidores de la zona. Nadar fuerte, salir fuerte en bici hasta enganchar con la cabeza sin que nos cogieran por detrás, y dependiendo de la gente que quedara en el grupo, atacar o seguir endureciendo la carrera en la segunda subida.

Después de un viaje entretenido con parada a comer no prevista por mi parte que nos retrasó un poco, llegamos a Valbuena a las 15:15 y al primero que vemos es a Ariel Hernández, que no estaba en la lista de inscritos la última vez que miramos… Así que a tomar viento scouting, estrategia y un puesto más en la clasificación. En realidad, lo normal sería que se hiciera toda la carrera sólo, así que no cambiaba mucho la cosa. Sólo que un puesto más atrás en la clasificación.

Tras dejar las cosas en el boxes, comprobamos que este año no hay guardarropa. Esto es inaceptable. Si no nos dejan dejar las mochilas en boxes (algo que pasa desde hace unos años y no entiendo todavía el motivo), tiene que haber un sitio habilitado para dejar las mochilas. No todos viajamos con acompañantes, y al final nos vemos obligados a dejar los coches abiertos con todo dentro.
Además, ya se nos había hecho tarde, así que a falta de 10 minutos para la salida ahí estábamos Roberto y yo (Guz no sabemos dónde se metió) Corriendo descalzos hasta el «parking» con el neopreno y las mochilas en la mano. Por un momento el fantasma de la salida de Ermua pasó por mi cabeza, pero por suerte, el Helix me entra rápido y pude entrar al agua a tiempo, aunque no pude dar ni una brazada de calentamiento.

Tal como habíamos acordado nos vamos a la izquierda, pero hay unas piedras enormes y el agua no llegaba ni a la espinilla. Opto por sentarme en una piedra y esperar a la salida, justo detrás de Guzmán.

1801402_10201851778734649_373692965450662291_o

Se da la salida y arrancamos fuerte. Veo a Guz a mi lado. Vamos primeros! Por una vez parece que lo he hecho bien!. Seguimos tirando, (tampoco es que vayamos a muerte) y seguimos primeros… Esto ya empieza a ser un poco extraño porque sabemos que hay nadadores bastante mejores que nosotros. Pero bueno, seguimos.

10630592_10201851781614721_8485356268561827265_o

Sólo es cuestión de tiempo que aparezcan los nadadores por la derecha. Y aparecen. Ahora hay que decidir en qué momento nos tiramos a sus pies. Dudo un poco y para cuando lo intento ya los hemos perdido. Calculo que hay unos 6-7 por delante, a los que ya no pillamos y luego estoy yo (a Guz ya no le veo) tirando del grupo perseguidor, que intuyo bastante numeroso. No me noto mal así que sigo yendo a mi ritmo, hasta que al llegar a las boyas de giro me pasan por la derecha, me pego demasiado a la boya y otra vez (igual que en Arroyo de la Encomienda) al tener la corriente en contra, por unos segundos me quedo debajo de la boya. Consigo salir, ya me han pasado tres y ahora es cuando hay que estar atento. Estos pies ya no se me pueden escapar, con corriente a favor, hay que llegar delante para encontrar esa mano salvadora de un voluntario que te ayude a subir al pantalán. La encuentro fácil, no sé muy bien cómo subo o me suben, pero me pongo de pie, me quito rápido el gorro, que esta vez había ido por encima de las gafas, para que no me pase la del año pasado, lo entrego a un juez y la cuesta… Un infierno, pero me da tiempo a quitarme las mangas del neopreno a pesar de todo.

10710636_10201851793255012_6707098379916959458_n

Por fortuna tengo la bici bastante lejos y corriendo por boxes me da tiempo a centrarme un poco, recuperar la respiración e ir viendo el panorama. Aunque no veo a Guz, sí veo a Mato, así que la cosa va más o menos según lo previsto. Casco de nuevo con las gafas ya puestas, el dorsal por los pies (esta vez lo había dejado estirado de punta a punta de las manetas) y fuera. Creo que, por fin, la transición buena.

Salto y a apretar. Ahora no hay que pensar. Sólo empujar. Sólo cuando engancho con el grupo me ato las zapatillas. Veo que viene Guz por detrás, le espero un poco, y cuando engancha, empiezo a remontar posiciones. Y entonces vea a un Martinez del Zamora. Mierda. Alfonso, que el año pasado me pulió corriendo y no tenía que estar tan delante… Hace él casi toda la subida. Se le ve fino, en los tramos duros vamos a 370-400w, (menos mal que he ido a Vibike a última hora a poner el 25) y la gente ya no habla en el grupito, que al principio parecía una tertulia. En la curva más pronunciada miro para atrás, veo que ya se ha quedado gente, así que paso para mantener el ritmo y hacer yo el último tramo, aunque todavía no he sido capaz de recuperar la respiración. Como hemos visto en el reconocimiento previo, en el páramo pega de culo, así que ahí podremos recuperar.

En el giro de 180° alguien frena a destiempo y casi nos vamos todos al suelo, pero libramos. Justo antes de la bajada, me dejo caer hasta el último puesto para bajar más tranquilo viendo las trazadas de los demás. Error, porque el grupo se corta unos metros, que luego recuperamos, pero en el inicio de la subida, se vuelve a cortar y me obliga a hacer un esfuerzo extra para el que ya no sé si estoy.

10694333_10201851858656647_2899470457621361810_o

Cuando estoy a punto de volver a coger el grupo (todavía es el inicio de la subida de verdad) veo una bicicleta en la cuneta… Al acercarme veo que es la de Roberto.. Joder… Sigo subiendo y veo a Rober tirado en el otro lado de la carretera. Dudo un poco, pero le pregunto a ver si está bien. Me dice que no, así que levanto el pie y me cruzo al otro lado de la carretera donde está él. Hay otro tío con él y cuando ya voy a parar del todo me dice, que siga que ya está viniendo la ambulancia. Así que nada, dejo pasar a un triatleta que está bajando y vuelvo a mi carril. Pero el grupo se me ha marchado unos 20 metros que ya parece que no van a ser recuperables. Aún así, lo intento. Subo a todo lo que puedo, creo que recortándoles y arriba cojo a Hervás que se ha descolgado. En el páramo aprieto con fuerza y en el giro casi les tenemos. Le dijo a Pedro tras un par de relevos que yo hago el llano y él me hace la bajada, que le he visto bien en la primera vuelta. Esta vez bajo con poco más de cuidado, sobre todo en la zona en la que se ha caído Rober, al que ya están metiendo en la ambulancia. En el tramo final me vuelvo a quedar sin piñones (si volvemos otro año, 11-25), pero aprieto hasta el final para recortar todo lo que podamos. Prácticamente cogemos al grupo justo en la transición, así que hay que jugársela corriendo.

10698661_10201851878977155_3344931388710724739_n

Ariel nos lleva una distancia insalvable, a Manso no le hemos podido coger y Alfonso Martínez me lleva unos metros… Pues nada, sólo queda intentar superar a los que quedan en medio y esperar a que alguno de los tres primeros falle. Salgo a buen ritmo desde el principio, pasando a Hervás y Mato, por lo que enseguida me pongo 4°… Y ahí parece que me voy a quedar. El circuito de carrera a pie es muy bonito para entrenar pero no es para ir rápido. Parece más una carrera de montaña, con bajadas peligrosas, troncos que hay que agacharse para esquivar si mides más de 1,70… Es lo que hay. Ya lo sabía cuando decidí venir. No se me da bien correr en sitios así, pero bueno, estoy ahí, cuarto, me encuentro mucho mejor que el año pasado y vamos a intentarlo hasta el final. Al paso por meta en la primera vuelta, veo a Martinez al fondo. Intento apretar un poco más, pero ya va a ser imposible. Mantengo sólo con la esperanza de que alguien falle… Pero nadie falla, así que vuelvo a quedar 4°, un año después, con una mejor carrera en general, pero la misma rabia que da quedarse a un pasito del podio.

Luego vino lo importante, buscar a la ambulancia, preguntar cómo y dónde estaba Roberto, recoger su bici con las ruedas destrozada, etc. Al final, todo quedó en una visita a Valladolid para recogerle en el hospital, una luxación de hombro y unos cuantos rasguños, a la espera de que decidan si le operan o no. Bastante suerte tuvo visto dónde se fue al suelo, a la velocidad que iba y cómo quedaron las ruedas.

La semana que viene, duatlón de Valtierra, mi pueblo J. Estoy ya un poco en el límite, voy a entrenar muy poquito esta semana, pero intentaremos hacerlo lo mejor que podamos, aunque repetir lo del año pasado será muy complicado.

Triatlón de Logroño. Análisis.

Y antes de que se me junte una carrera con otra, el análisis del triatlón de Logroño.

Natación.

Sporttracks, la herramienta que uso siempre para analizar la natación me marca 22:10 para 1420m, que supone 1:33/100. Me parece un poco alto. Creo que no nadé mal a pesar de estar bastante despistado así que he analizado un poco el track.

He dibujado diferentes trayectorias por si había pocos puntos, pero eso no implicaría una diferencia de más de 30 metros. Creo que el error está en el inicio. El primer punto que encuentra está más lejos de donde salimos. Al menos unos 50 metros, que parece que es lo que le costó al Garmin coger señal, ya que cuando estamos esperando dentro del agua normalmente la suele perder.

Bueno, como conclusión creo que alrededor de 1:30/100. Tal vez algo por debajo, pero no creo ya que solo cogi pies en los últimos 400m.

Tiempo

Distancia

t/100m

22:10

1420

1:33

1450

1:31

1500

1:28

 

Ciclismo.

Pulso muy alto al principio, para luego estabilizar. En una carrera con drafting ir intentando cumplir un objetivo de potencia (y hacerlo de forma constante) es ridículo. Pero sí puede servir para saber lo que tienes que hacer en cada momento. En el km20 estuve a punto de intentar saltar porque me veía bien de piernas y demasiada gente en el grupo. Pero miré los watios que llevaba y vi que sólo no iba a ser capaz de hacer más que esos watios durante esos kilómetros ( o sea que antes o después me iban a terminar cogiendo).

Datos de la primera media hora: 264w/277np/166ppm.

En la segunda mitad, la cosa ya aflojó bastante con terreno más favorable: (213/234/158), para un total de 241/260/163.

Como curiosidad y para la gente que sé que lee este blog pero todavía no entrena ni compite por watios, una gráfica de comparación entre la potencia de Arroyo de la Encomienda (sin drafting) en rojo y Logroño con drafting en amarillo, en la que se ve la diferencia entre ir sólo intentando llevar un ritmo constante, o ir lo más rápido que se puede a relevos. Haciendo prácticamente los mismo watios (248/265 en Arroyo frente a 241/260 en Logroño)

Como conclusión final, son watios no demasiado altos, pero se trataba ir lo más adelante posible, no de mover más watios.

Fecha Prueba W Wnorm distancia
24/06/2012 Donosti 256 291 40 olímpico draft
05/05/2013 Senpere 266 292 40 olímpico draft
30/06/2013 Donosti 235 282 40 olímpico sin draft
11/08/2013 Castro Urdiales 258 275 40 olímpico draft
08/06/2014 Arroyo de la Encomienda 258 271 40 olímpico sin draft
21/06/2014 Laredo 256 276 40 olímpico sin draft
09/08/2014 Castro Urdiales 250 265 40 olímpico sin draft
07/09/2014 Logroño 241 260 42 olímpico draft

Carrera a pie.

No tiene demasiada historia. Salí fuerte al principio 3:25,3:35 para luego mantener un ritmo «cómodo» a 3:45 aunque el pulso iba bastante alto para ese ritmo. Supongo que de los nervios y el calor que ya empezaba a apretar.

Conclusión final: No fue la mejor carrera de mi vida en cuanto a números, pero creo que hice lo que tenía que hacer en cada momento y fue la primera vez que he ganado 🙂

Triatlón Olímpico de Logroño. ¡¡¡Crónica de mi primera victoria!!!

El triatlón de Logroño no estaba dentro del calendario inicial para esta temporada. De hecho, no sabía ni que se pudiera nadar en aguas abiertas en Logroño. También influye en mi desconocimiento que a pesar de estar a 1 hora de casa, hasta este domingo, sólo había estado dos veces allí. Una viendo jugar a Iñigo en Las Gaunas y otra de pintxos con Patricia.

Pero bueno, vi que había 12 vibikers apuntados, distancia olímpica, recorrido no demasiado complicado, cerca de casa y me apetecía repetir la experiencia del año pasado de terminar la temporada con carreras con drafting y distancias más cortas, que son bastante divertidas de entrenar, requieren menos tiempo y no se me dan mal.

La idea de que hubiera 3 carreras a la vez no me hacía demasiada gracia, pero tampoco le di demasiada importancia una vez visto que la experiencia de Vitoria con Half y IM creo que fue relativamente bien.

Así que una vez pasado el acuatlón de Noja, donde volví a recuperar las ganas de coger la bici, monté la G5 y a hacer series, en llano, en subida, algún ataque a algún tramo de Strava bonito, etc. Me costó unas 5 salidas cogerle el punto a la posición en esta bici, pero pasados estas salidas me encontraba bastante bien.

Nadando también me encontraba bien y, aunque como siempre, apenas había entrenado la carrera a pie, después de mis parciales en Noja iba bastante confiado. No fui capaz de sacar una lista de los inscritos en distancia olímpica antes de empezar la carrera, pero creía que podía estar delante, y ¿por qué no? Salir a ganar.

Así que tras una noche muy parecida a la de Vitoria, con Adrián alteradillo (yo creo que es capaz de percibir la tensión en la habitación) y yo envuelto en sudor, a las 5:20 me levanté. Esta vez sin ducha (no daba tiempo), mi arroz integral con crema de cacahuete y pasas, preparar los bidones de 226ers Energy (uno para el viaje y otro para la carrera) y al coche.

Nos juntamos 6-7 en Vibike a las 6:00 y acordamos la estrategia para llegar a boxes (ir directos a La Grajera a ver si hay sitio). También como en Vitoria (no es que sea supersticioso, pero tal vez a partir de ahora me lo plantee) hice el viaje con Alberto Ventosa. Es una gozada poder ir hablando de lo que sea durante los viajes para rebajar la tensión previa a las carreras. Además tuvimos la suerte de ver el meteorito que se desintegró atravesando la atmosfera (y yo que pensaba que había sido un fuego artificial riojano!!) .

Llegamos a la Grajera sobre el horario previsto, con sitio de sobra para aparcar, solucionamos las dudas con las bolsas de las transiciones aunque no soy capaz de ponerme la calcomanía del dorsal el brazo (para la siguiente, Diego, quita el plástico!). Control de material, dejo las gafas en el casco como he estado viendo este año en las carreras ITU, gel de cafeína de 226ers, salimos y visita al baño. Con tiempo, pero no el suficiente para ir a calentar o por lo menos nos quedamos en la cola de gente sin pasar a intentar ir a calentar.

Nos juntamos varios del Vibike, lo que hace la espera más amena, pero estoy sudando como un cerdo dentro del neopreno. Van dando salidas y nos vamos acercando poco a poco a la orilla. Cuando ya nos dejan pasar al agua, hago unos pocos metros para poner el traje en su sitio (no lo consigo del todo) y que me entre algo de agua. Calentamiento insuficiente, pero quiero coger buen sitio. Total, que tenemos que encontrar un hueco entre todo el pelotón del Doble Olímpico que ya está nadando para salir, el hueco no aparece y tenemos que esperar bastante. Estoy con David Arias, y veo que hay que ir en diagonal (no se ve la boya, que está a más de 300 m y justo en la dirección del sol) y estamos bastante mal colocados. Decidimos ir más hacia dentro del embalse (todavía podíamos haber ido más).

Cuando se hace un mínimo hueco en el pelotón (a alguno me parece que alguien le tuvo que pasar por encima) se da la salida. Salgo bien de velocidad, con buen ritmo, pero desorientado nada más empezar. Me había fijado unos chopos como objetivo, pero hay gente que parece que va mucho más por dentro del embalse. No tengo ninguna opción de coger pies. Arias está a mi lado los primeros metros pero luego cede, y me quedo más sólo que la una. Sin mucha historia hasta que en la segunda vuelta una piragua me dice que voy torcido y que tengo que ir hacia una boya que yo juraría que no es la misma que hemos hecho en la primera vuelta, pero encuentro dos compañeros de viaje que van más o menos a mi ritmo y me pongo a pies hasta la salida.

Calculo que iré 6° o 7° subo la cuesta, por primera vez en mucho tiempo se me engancha la manga en el Garmin, aunque consigo sacarlo y a la bici.

La encuentro sin problemas. Casco con las gafas colocadas arriba mientras me quito el neopreno con los pies, dorsal y ahora viene lo difícil: meter el neopreno en la bolsita de tela que nos han dado. Primero he metido las gafas para que no se escapen en el traslado y aunque me había dejado la bolsa abierta colgada del manillar, como era de esperar no es tan fácil meterlo como en casa, a pesar de que incluso intento doblarlo para que ocupe menos. Pero al tercer intento, la bolsa se raja… Eso ya no tiene remedio y ¡se me está yendo mi grupo! Dejo lo que puedo de neopreno dentro de la bolsa, la dejo en el suelo y mientras salgo corriendo de la transición le digo a un juez que se me ha roto la bolsa. Al menos lo he intentado.

Salto de la rana y a apretar. La estrategia aquí es la de siempre en circuitos rápidos: tirar muy fuerte al principio, ir cogiendo gente y no soltar más que a los que vayan muy maduros para intentar hacer un grupo bueno, animando a la gente a pasar para intentar coger a la cabeza de carrera.

En el primer kilómetro ya estamos tres. Más o menos nos entendemos bien y ahí no me importa tirar de más. Pasamos por las calles más céntricas de Logroño (muy chula esa parte) muy rápido, y un poco después de la salida cogemos a otros tres. También nos entendemos bien y pasamos bastante rápido. Poco después cogemos a Recasens Jr y a un Arenas, que se queda. Sigo sin ver la moto de cabeza de carrera… Así que seguimos apretando, aunque la gente empieza a recanear. Al menos hay dos riojanos en el grupo que nos van avisando de si viene repecho, badenes, etc.. .Lo que se agradece mucho cuando no tienes ni idea de cómo es el circuito. (Por cierto, un saludo a los de mi equipo que decían que los repechos se podían subir en plato…)

Me veo muy bien de piernas y visto que no vemos a los delante, me planteo el saltar. Echo un ojo a los watios. 265 w medios y 277 NP, yendo a relevos… O sea, que además de que se ve que estoy tirando bastante, tampoco es que tenga para mucho más. Es un grupo donde 4 al menos creo que van parecido a mí, queda mucho, y no me sé el circuito a pesar de que sí sé que a partir del km 25 es favorable. Además llevamos bastante tiempo muy cerca de un tío del Doble Olímpico (relevo) que va absolutamente encendido, pero no consigue marcharse. Así me que olvido de heroicidades, y me mantengo en el grupo, intentando organizar los relevos, pasando fuerte y, al menos entre nosotros, nos la jugaremos en la carrera a pie. No conozco a ninguno de otras carreras, pero echando un ojo a culos, gemelos y piernas ajenas, creo que puedo tener opciones. No sé muy bien de qué porque no sé quién ni cuántos van por delante, pero por lo menos acabar primero de ese grupo.

Sin mucha historia más, pero pasándomelo muy bien empezamos a coger a los del sprint según entramos a Logroño. Entonces me doy cuenta de que uno de los que pasan más fuerte del grupito, lleva botines… WTF!! Va en relevos!!… Bueno, uno menos. Nos aprovechamos de la oportunidad (siempre he dicho, y lo sigo manteniendo, que los relevos son una adulteración de la competición, pero si están ahí… al final se trata de correr cumpliendo el reglamento, nos guste o no) y tira con fuerza los últimos 2-3 kilómetros, aunque todavía le doy algún relevo para que pueda seguir manteniendo la velocidad, mientras apuro el bidón con Energy para coger fuerzas para el final.

Otra vez siguiendo a uno de los riojanos (el otro ha pinchado en el km20), veo que se empieza a soltar las zapatillas y hago exactamente lo mismo. Ahora viene el momento clave de la carrera y el más peligroso. No tengo ni puñetera idea de dónde está la plaza donde es la T2, y dentro de la T2 no sé dónde está mi bolsa con las zapatillas. Así que, calma, concentración y hacer las cosas bien. Me bajo sin cruzadito, empiezo a repetirme mi dorsal, (326,326,326,…) y busco la barra correspondiente. La encuentro a la primera, dejo la bici, cojo una bolsa que no es la mía pero me doy cuenta enseguida, ahora sí, cojo la mía, calcetines (aguanto 5 km sin calcetines, 10 no, son 7,5km … calcetines! ) y salgo. Me dicen que llevo el dorsal al revés. Paro. Suelto la cinta, me la vuelvo a poner y arranco de nuevo. Piernas más cargadas de lo que esperaba, pero rápido y enseguida empiezo a pasar gente aunque como hay gente del sprint, no sé cuántos llevo delante. Entonces veo a uno del grupo de la bicicleta acompañado por una bicicleta de la organización ¿¿???… Me pongo a su altura, miro el cartel… «2º clasificado Olímpico»… ¿¿¿Cóoooomo??? Sigo y veo al riojano con otra bici… También le cojo. Vuelvo a mirar » 1er Clasificado Olímpico».. Estoy que me va a dar un patatús… Le digo a la chica de la bici que soy del Olímpico!! Adelanto, el riojano le dice algo a la de la bicicleta, la de la bicicleta me pregunta si soy de relevo.. NOO!! y la bicicleta que abre carrera se pone conmigo…. Le pregunto..¿¿Voy primero?? Me dice que Sí!. Ay, Dios mío!!! Bueno, cabeza fría.

Entiendo entonces que no había moto abriendo carrera y que hemos sido cabeza de carrera desde el km10 aproximadamente. Bueno, al tema. Primer kilómetro a 3:25, segundo a 3:35, miro para atrás y parece que he abierto buen hueco, así que ante un mínimo amago de flato decido levantar algo el pie y limitarme a llevar un ritmo que pueda aguantar sin problemas pero tampoco relajarme demasiado, que nunca se sabe lo que puede venir por detrás y no sé si me voy a volver a ver en otra así en mi vida. Los kilómetros van pasando lentamente, miro para atrás en los giros y sigo sin ver a nadie, así que empiezo a pensar cómo voy a entrar, qué voy a hacer con la cinta de meta y no hacer la de Jubera en Lleida que casi mata a las azafatas del susto.

En los últimos metros la gente me anima, sobre todo cuando leen el cartel de la bici, porque si no, ni Dios sabe que voy liderando una carrera ya que voy mezclado con la gente del sprint. Voy pensando en que para una vez que voy a ganar no están Patri y Adrián… Pero bueno, el madrugón era inasumible para un bebé de 9 meses..

Enfilo la recta de meta y veo que no hay cinta… No me jodas! Bueno es igual, voy a ganar un triatlón por primera vez en mi vida. Tampoco la megafonía anuncia mi llegada L.. Da igual. HE GANADO!! No tengo fotos, así que vídeo de la llegada en la que primero se ve a Muller que se había perdido en el Sprint.

Al llegar tampoco me entrevistan porque están con Esther Rodriguez que ha ganado en chicas y la conocen. Paso por al lado pero el de la cámara pasa bastante de mi. No me conoce ni Cristo allí, pero bueno, que me da igual!! HE GANADO!! Pienso en esperar al segundo y tercero por si nos hacen foto.. Pero tampoco, así que me retiro tan contento de la meta esperando a que lleguen los de mi equipo o alguien a quien conozca para decirles que aunque allí nadie se ha enterado, HE GANADO!!