El triatlón de Pálmaces (esdrújula)… localidad de la provincia de Guadalajara, en medio de la nada y a 400 km de casa. Algo tiene que tener este triatlón que hace que las 200 inscripciones a 60€ (otro que ya no es barato) se agoten en 15 minutos con gente llegada de todas partes de la Península. Lo tenía marcado en el calendario desde hacía tiempo, porque quería volver a hacer otro «largo» con la cabra, y porque había oido hablar mucho de él. De vez en cuando, viene bien cambiar.
Foto cogida del blog de los compis de Tolosa con los que compartimos «camping», pero me quedé con ganas de sacarle fotos al cartel.
Así que nos organizamos, nos apuntamos el día estipulado (viva el F5) y Borja y Nai en la furgo y Kalamotxa Haritz y yo en la autocaravana, 4 horas hasta allí.
Primera experiencia en autocaravana, bastante satisfactoria, aunque no cabía de largo en el sofá cama, pero estaba tan cansado el viernes que no supuso ningún problema. Una excusa menos.
Nos levantamos para las 8.30, para desayunar un poco, preparar bicis, coger dorsales, etc, antes de comer. Por una vez, holgados. Así que nos dio tiempo hasta d eechar siesta ( o algo parecido) en la autocaravana.. Cafecito viendo un poco de la última crono del Tour en , Red Bull en la autocaravana y para la salida.
Esta vez creo que me he pasado con los «estimulantes» y más que nervioso, me noto con el corazón acelerado. No llevo el Garmin y no puedo ver el pulso, pero seguro que alto.
Caliento bien, tranquilo, y con bastantes mejores sensaciones que mi último día de piscina en Vitoria.
Salida desde el agua. Si ningún problema. Todo el mundo por la derecha. No tengo absolutamente nadie delante, pero veo la boya clara enfrente de mí. Sé que voy recto, así que no me preocupo. Ya cogeré pies después. Llego a la boya, y nada más girar veo a Borja. No sé si me he torcido o no, pero lo de no llevar pies no ha funcionado. TOca cambiar de ritmo. Así que busco pies que me lleven mejor, pero todos van despacio. Empiezo a ponerme nervioso porque veo que la gente que está a mi alrededor va mucho más lenta que yo, y no es algo habitual. Levanto la cabeza y veo bastante gente, así que toca arriesgar un poco. Me marco pequeños objetivos, que tenga a 5 -10 metros. Los cojo, aguanto algo a pies, y cuando recupero, voy a por el siguiente. Noto que acabo mejor, y el 1800 pasa relativamente rápido. Justo al ponerme de pie, veo a Guz, por lo que sí parece que no ha ido la cosa tan mal. (puesto 33) Llego a las bicis y veo que hay un montón. Bien.
Saco la mía, y veo que están las gomas rotas (que ya sabía que me la jugaba un poco porque eran más cortas de lo normal). Aun así salto de la rana, e intento ponérmelas en marcha, pero en el segundo intento de girarlas, me voy algo hacia la derecha y me choco con una moto de la Benemérita que estaba estratégicamente colocada en un lateral. Retrovisor a tomar por culo, y Diego en el suelo. Encima ve hago daño en el único dedo del pie que tengo sin uña (recuerdo de Elche). Pido disculpas a los agentes, quito las zapatillas de las calas, me las pongo y arranco de nuevo. Me pasa Borja y le intento seguir el ritmo. Voy revisando brazos, piernas, frenos, ruedas, y parece que está todo en su sitio, así que voy a por Guz, al que ya le tengo a la vista. Le cojo justo al acabar el «repecho» que lleva hasta la carretera general.
Ya vimos el día anterior, que la ida era cuesta arriba y con viento de cara, así que no me alarmo cuando veo que tengo que poner el 39. Sí me preocupa más ver que sigo a 170 ppm y que el pulso no me baja. No sé si es el café, el RB, el hostión con la moto, el viento o el calor, pero eso no baja ni a tiros. Veo que voy a 230 w de media, que era lo esperado a esas alturas (bajará en la vuelta), así que me limito a intentar mantener el ritmo y ser acoplarme bien los tramos que pueda a pesar de que ya le he perdido a Borja de vista. No me noto genial, pero tampoco peor de lo esperado, así que concentración, comer y beber (1 barrita de mule barl, 1 gel de glutamina, 1 de Vitargo y 1 bidón de agua) y a pasar los kilómetros esperando dar la vuelta.
Antes de llegar al cruce, pasa Patxi Vila como un tiro y mucho más atrás los demás. Cuento y voy aproximadamente en el puesto 30. Lo del top-20 va a estar más que complicado, pero corriendo todo puede pasar, así que me concentro en que no bajen mucho los watios con el viento de culo, que para eso me puse el 11-23. Las tapas de carbono (y todo el kit aerodinámico) se notan una barbaridad. Recorto muchísimo en la zonas favorables, pero cuando tengo que ponerme de pie, noto que las piernas ya van más justas. También noto que el psoas derecho flojea (al final me arrepentí de no adelantar del todo el siilín) .
Adelanto un par de puestos antes de la T2, me tomo la transición con calma (no me he quitado las zapas porque los boxes son cortos y la subida previa de asustar) aunque se me olvida quitarme las gafas. Salgo bien, a 3.50 sin mucho problema de piernas, con terreno favorable aunque con bastante calor.
Adelanto algún puesto más, pero sigo por detrás del 30 y veo que los que me preceden van bastante más ligeros y que yo y no les pillo ni de coña. Me vengo un poco abajo, veo que el pulso está demasido alto (175) y decido bajar el ritmo antes de explotar del todo… hasta que llega la subida al pueblo, y me hundo definitivamente. No puedo alargar la zancada para subir, con lo que se me queda en milimétrica. Pruebo a subir andando, pero es demasiado cambio, así que troto otra vez. Pienso en que sólo hay que bajar otros 3 km y luego ya sólo quedarán otros 3. Busco pensamientos positivos, pero si no llega a ser por las cervezas que nos hemos apostado contra el SVC (las cervezas me dan igual, pero no puedo fallar al equipo) me paro en la autocaravana y le dan al triatlón y al «no pain no gain» por el culo.
Y a partir de ahí, sufrir y más sufrir. Sólo pienso en llegar. El puesto, el tiempo, me da todo igual. Sólo quiero llegar y sentarme…. Y una vez más cruzo la meta, y digo que no pienso volver a ese pueblo… pero lo mismo dije en Zarautz 2006, y en 2009 volví y bajé 45 minutos mi marca. (es que como no piense así….).