Triatlón de Getxo 2023. P20.

El triatlón de Ejea de los Caballeros me dejó un regustillo amargo que no terminaba de entender… Bueno, un poco sí. Exceso de expectativas que acaban derivando en frustración. Total, que para desquitarme, 4 días después me apunté a una carrera popular, casi sin querer. 5km a muerte en Azilu, un pueblo de la Llanada Alavesa que ni siquiera sabía dónde estaba exactamente. Sin entrar en demasiados detalles, quedé 4º, sufriendo como hacía mucho que no sufría, pero me lo pasé bien.


Pero nunca he llevado bien los excesos competitivos consecutivos, y cada vez lo hago menos, así que como era de esperar, cogí una gripe o similar que me tuvo una semana KO.
A partir de ahí, se me quitaron las ganas de ir a Lekeitio, Donosti y llegamos a julio donde apenas hay carreras. Así que intenté mantener un poco el nivel de los entrenamientos pero sin volverme loco.
Hasta que ya que nos íbamos a Conil de vacaciones en septiembre, vimos que el triatlón de Rota este año sí «nos cuadraba» y nos apuntamos para hacer «algo distinto». Aquí cometimos dos errores:

  1. No mirar en el Google Maps que Rota está a una hora en coche de Conil aunque en el mapa parece que está muy cerca.
  2. No mirar que había que ir la víspera a coger el dorsal.

Total, que tras 9 horas de coche el viernes, tuvimos que hacer otras 2 el sábado para coger el puñetero dorsal en una carrera con 300 participantes ¿? y el domingo, teníamos que hacer lo mismo para competir.

Desde el lunes había previsión de DANA el fin de semana… Y claro, tuvo que caer lo que no había caído en Cádiz durante meses en la noche previa a la carrera. Apenas dormí por el ruido de la lluvia y cuando nos levantamos a 6 para ir a Rota, seguía cayendo mucho y con tormenta eléctrica incluida. Así que decidimos (más por mí que por Susana) que no íbamos. Como no podría ser de otra forma, a las 8 dejó de llover, pero evidentemente ya era tarde.

Con bastante rabia por todo esto, aproveché la semana para llegar a 10 h con 4 días de correr (inaudito) y 4 días de bici. Nadar: 0. Las playas de Conil son muy bonitas para estar  pasear, pero para nadar no me atraen nada.
Y entonces fue cuando se me ocurrió lo de correr en Getxo. No soy de cambiar planes ni de improvisar, pero se acaba la temporada con una carrera y dos DNS, es un olímpico sin drafting, el único en Euskadi y las dos veces que lo he corrido (2016 y 2019), me ha ido bien. Vi que habían cambiado el recorrido, tras hablar con Pablo Docal y estudiarlo un poco en cronoescalada.com parecía que me iba mejor y la pregunta era ¿por qué no?
Esperé hasta el último día de inscripción para ver que no iba a haber ni mareas vivas ni huracanes ni DANAs, y me apunté sin más expectativa que volver a disfrutar compitiendo.

Los números no engañan y desde luego no estaba en mi mejor momento en ninguno de los tres deportes, pero por lo menos tampoco era para ir de paseo.
20×50 r15″ a 39
Zaldiaran 10′ a 310w y series entre 6 y 13′ a 260-270w a ciegas.
4x1k a 3’20 con 2’rec 

Para ver mi estado de forma, también me funciona muy bien Training Peaks, donde se ve que nadando es en lo que más he perdido en verano, en bici estaba un pelín peor pero corriendo más o menos estaba bien.

CTL -natación Training Peaks.

CTL -ciclismo Training Peaks.

CTL -carrera a pie Training Peaks.

Traducido a números: tenía 2-3″/100 menos, unos 10w menos y ritmo de carrera igual. Así que la idea era nadar como pudiera, intentar volver a sacar 250w en bici (lo mismo que en Ejea, donde creo que tenía más de lo que hice) y correr cerca de 3’40/km.

La semana previa transcurrió sin incidencias y algún test en el velódromo, donde descarté usar las medias de rule28 dentro de la estrategia de simplificar cosas. De esto hablaré otro día, pero no me mejoran aerodinámicamente y las que supuestamente son de mi talla me aprietan demasiado. En esa misma línea, también descarté usar mono con mangas para evitar cualquier cosa que pudiera hacer que saliera más atrás del agua todavía, Garmin incluido. También había hecho alguna prueba con esto en mayo y yo creo que pierdo entre 1 y 2″/100, que es menos de lo que gano en aerodinámica con él en 40 km.

Nos plantamos en Getxo a las 10:15 (nota para otros años: no seguir las señales de tráfico que indican «Getxo», que todos los años me pasa lo mismo), aparcamos en Leioa y veo que hay mucho más viento Sur de lo que se esperaba… Y yo con mi rueda delantera de 90. En estas situaciones siempre me viene Valencia 2012 a la cabeza, pero ni la Hed 90 es la Xentis TT, ni el viento era comparable. Miré un poco el mapa y vi que sólo entraría de costado en la bajada. Durante la semana hice un reconocimiento «virtual» del circuito con el Street View y me parecía recordar que la bajada está protegida.  De todas formas, no he traído otra rueda, así que tampoco hay que darle más vueltas.

Se nos echa el tiempo encima entre conversaciones y saludos y acabo haciendo todo casi corriendo. Cuando estoy yendo hacia la salida me doy con un dedo del pie en un soporte de hormigón donde colocan las vallas que delimitan el post-meta y me engancho el neopreno en unas bridas metálicas que sujetan estas vallas. Bien. Después de un par de juramentos compruebo que la uña sangra bastante pero el dedo no está roto y que el agujero del neopreno no es pasante.  Me voy al agua que ya no me da tiempo a calentar, aunque tampoco me importa no pasar ni un minuto extra en la ría. (Bilbao 2013: never forget)

Noto el agua bastante más fría de lo que esperaba y me coloco más o menos en el centro. Aunque la marea está subiendo (también lo había mirado), está claro que el viento sur empuja mucho más que la marea, así que nada de nadar pegado al muro. 

Se da la salida sin darme cuenta, pero no me pilla mal del todo y cojo un buen ritmo sin recibir golpes. Voy bastante cómodo pero no tan dormido como en Ejea, e intento no quedarme sólo, aunque creo que voy tirando un poco más de lo necesario. En el giro de la boya, veo que voy con Bizkarra. No está nadando bien este año, pero por lo menos tengo una referencia, estoy «en carrera» y sé que va a ir bien en la bici. En la vuelta hacia la playa nos da el sol de cara y no veo nada, así que dejo pasar, me coloco a pies y aunque en los últimos metros vamos 2 ó 3 en paralelo no me duermo. Un par de delfines (lo único que he hecho en la playa en vacaciones) y fuera. 

Susana me canta el 34… Yo creo que está igual de sorprendida que yo y se lo noto en el tono (parece que esta vez no hay reproches:). Salgo a 4 minutos de Rendo y Urkola, sólo 2 del grupo de Goitisolo que parece que se han desviado bastante y 1 minuto de Tejería.

Me cuesta encontrar la cremallera del neopreno (esta vez lo he puesto de forma un poco distinta tras hablar con Amberger en Instagram del tema (ahí queda eso)) y mientras corro por el bastante (demasiado) estrecho pasillo de boxes, me cruzo con Teje que viene corriendo en dirección contraria con la bici en la mano, de donde deduzco que se ha dejado el dorsal..

Cuando salgo ya no veo ni a Teje ni a Bizkarra, pero voy a lo mío. Salto bueno y a empezar a meter watios. Como esperaba, el viento pega bastante de cara, esto lo tengo bastante entrenado este año, así que cabeza abajo y a apretar, pero con cuidado en los badenes. Empieza la subida y hemos hecho un medio grupillo con Mikel Txopitea que venía de atrás, Mikel Labaka y Bernabé Angulo. Pasamos gente, pero también nos pasan subiendo Txomin Osoro y Unzueta a otro nivel.  Vuelvo a ir a 250w de media, subiendo no muy por encima de 300w, aprovechando a beber del bidón aero en estas subidas e intentando llanear a 270w, pero me encuentro con mejor sensación que en Ejea. La bajada la hago casi todo el tiempo acoplado, sin problemas, salvo alguna mala trazada en una rotonda (en las dos vueltas) y bastante rápido. Nota positiva: muy bien lo de haberlo visto en el Street View para entrar a las rotondas con más seguridad. 

Foto: @eduborrowsport

En los últimos kilómetros llanos, aprovechando el viento de culo, aflojo un poco para soltar piernas y empezar a pensar en los 10km que se van a hacer duros con el calor y el viento. 

Al final, 249w/262Np/159ppm. Contra los 248w/257np/155ppmn de Ejea,

Unos numerillos de potencia, que es lo que más gusta por aquí…

Por un lado, me salió lo que tenía visto los entrenamientos de los últimos meses:

 

Que como se ve en los datos de Strava para ver la diferencia contra los primeros (que subieron los archivos rápido), pues están muuuy lejos…

También es evidente que en los últimos años, he mejorado la aerodinámica pero he bajado vatios.

 

No creo que por cambios en la aerodinámica, sino porque he entrenado menos y soy más viejo… Para muestra el tramo de subida «Loiu-Akarlanda»:

pero sinceramente, creo que puedo volver a acercarme a los 270w en una hora, que son 3 s/km, que son 2 minutos en la bici… Y tampoco es que me solucione demasiado en esa clasificación de Strava. 🙂

Bueno vuelvo a la carrera:

Como viene siendo habitual últimamente, (en las dos carreras que he hecho con las Metaspeed) no me pongo calcetines (ni los he dejado preparados), aunque llevo un dedo ya ensangrentado de la zapatilla de la bici (esto no me había pasado nunca, pero creo que llevaba bastante arena).

Salgo con sensaciones «normales». Ni buenas ni malas. Ya me había dado cuenta en la salida de que se me había olvidado dejar el Garmin en las zapatillas, así que no tengo ni idea del ritmo al que voy, pero tampoco me importa mucho. Otra cosa no, pero conozco mi cuerpo perfectamente y sé dónde tengo mi límite corriendo así que pongo ese ritmo al borde del «pete», pero sin rebasarlo y a esperar a que pasen los kilómetros. Por otro lado, hace mucho calor, y en este caso creo que hasta me puede venir bien no ver el ritmo, porque seguro que es más lento de lo habitual y aunque soy consciente de ello, a veces ver ritmo lentos es hasta peor para la cabeza. Llevo en la mano un gel que sé que casi seguro no me voy a poder tomar, pero en la primera vuelta lo uso para intentar bracear bien. Lo importante (estamos a 30ºC) es coger agua cuanto antes en el avituallamento para echármela por encima cuanto antes (no hace falta un sensor de temperatura para esto;). 

En esta carrera siempre me cuesta mucho empezar a pasar gente, pero sí voy viendo que poco a poco voy acercándome a casi todos los que tengo por delante menos a Teje que no cede ni un pelo. Cuando nos cruzamos voy contando puestos de la general e intentado adivinar quién puede ser veterano. Cuando vas al límite es importante tener la cabeza motivada. La segunda vuelta, con más gente en el circuito siempre se me suele dar mejor y en los últimos 3km ya sí empiezo a recoger gente e intento no fallar, aunque la recta de la playa se hace igual de dura que el resto de años. Al final,  con 36’46»parece que corro a 3´40/km (he visto en algunos Stravas que estaba perfectamente medido), con el parcial 11 en total que creo que está bastante bien, aunque lejos del 3’32/km de 2016, como era de esperar por los motivos ya mencionados.

Susana me canta el puesto 20, que es el que yo creía que llevaba, miro unas cuantas veces hacia atrás para confirmar que no pierdo el top20 y la última recta, de nuevo con viento de cara, me la tomo con calma para disfrutar un poco de la sensación de cruzar una meta contento.

Salvo en la natación, que no tengo ni idea del ritmo al que nadé (y tampoco importa porque la corriente era a favor), los números son muy parecidos a los de Ejea, por la sensación es complemente diferente. ¿Por qué? Pues probablemente porque llegaba sin ninguna expectativa clara más allá de nadar con dignidad, disfrutar de la cabra y correr decente. Y al final, todo eso se cumplió.

Si tenemos en cuenta que había nada menos que 9 Peñotas y viendo la gente que tengo por delante, creo que hasta fui competitivo. Por otro lado, como Axel Beci (que iba camuflado en un mono con otro nombre y yo ni sabía que era V1) está federado en Madrid, quedé subcampeón de Euskadi de triatlón olímpico sin drafting detrás del intratable Tejería. Y sí, evidentemente faltaba gente, pero mira… a la gente le parecerá una chorrada (y la verdad es que a estas alturas me da bastante igual), pero hay que estar y me hace una ilusión tremenda. Así conseguí mi primera medalla en un campeonato de Euskadi de lo que sea:

Un podio al lado de una leyenda del triatlón vasco 🙂

Y la foto con el Puente Colgante y mi cabra con mis aerobars y mis Laminar Cover para terminar una mañana bonita y que me da mucho ánimo para seguir:

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