Como ya he escrito en entradas anteriores, esta temporada me he propuesto mejorar mi carrera a pie. Si bien sigue siendo mi punto fuerte de los tres segmentos del triatlón, llevo unos años algo atascado, y principalmente el año pasado no me encontré tan a gusto corriendo como otros años, lo que a pesar de los buenos resultados que obtuve, me dejaba un regustillo raro. Que la carrera a pie sea el último parcial hace que de una forma u otra, al final sea el que me deja la última sensación. Por lo menos a mí. Otros parece que terminan las carreras en la T2…
Pero lo que tampoco quería hacer era dejar de entrenar mis dos puntos débiles, por lo que, como no puedo meter más horas, la única forma de hacerlo era cambiando la forma de entrenar la carrera a pie y compitiendo más (aunque este último punto también reduce el número de entrenamientos en bici).
Para el primer punto, he empezado a hacer series más cortas que mis clásicos 1000s, para intentar ganar un poco de velocidad, correr de una forma diferente, buscando mejores impulsos, zancadas, braceos, etc. Todavía sólo he hecho unos 500s, 300s y otros 200s y tengo mucho que probar y aprender, tanto de lo que estoy viendo que me sale, como de lo que estoy preguntando por ahí (Gracias Ciro y Carlos!)
Total, que me enteré que había una carrera el domingo en Idiazábal y me apunté con la única preparación específica de carrera de un 2x10x200 y un 10×300 con el equipo la semana anterior y ni un solo día más de carrera a pie la semana de la carrera. Más o menos como siempre. No es una excusa. Es lo que hago siempre, como ya he contado más veces, y hoy unas líneas más arriba, entreno lo que hago peor y ese entrenamiento me sirve para la carrera a pie. De hecho, llevo un par de meses entrenando bastante bien o por lo menos de forma constante.
Además de mi, se apuntaron otros 10 o 12 Vibikers, por lo que además había viaje y carrera en equipo, que siempre es una aliciente más.
Salvo excepciones como la San Silvestre, para las carreras populares ya no me pongo nervioso (ya era hora), pero como les dije a mis compañeros mientras nos tomábamos un café antes de la salida, sí que me notaba tenso. Sabía que estaban bien, tenía buenas sensaciones y el sábado me había “guardado” haciendo sólo 2 horas de bici a menos de 200w.
Una ilusión que tengo es bajar de 34 minutos en un 10k. El problema de Idiazabal es que son 10,250… así que había que intentar conseguir el ritmo promedio equivalente, es decir 3:24/km. Me habían dicho que habían quitado unas cuestas muy serias, pero al llegar allí y ver el circuito ya vi que llano, llano, lo que se dice llano, tampoco era… Así que intentar correr lo más rápido posible y punto.
En la salida, me coloco junto a Asier Cuevas, Beñat Arnaiz y Martin Fiz. Casi nada. El nivel en las carreras guipuzcoanas es mucho más alto que en las alavesas, así que el puesto tampoco es que me importara demasiado. Quería ver cuánto era lo más rápido que podía correr esos 10k.
Se da la salida y comienza la primera cuesta. Beñat sale muy fuerte, como siempre, y Cuevas sale como un tiro tras él. Por detrás se hace un grupo de 5, y por detrás otro grupo en el que ya me integro manteniéndome un poco a la expectativa (más que nada porque no sé cuando acaba esa primera cuesta). No es para tanto, pero lo suficiente para que el primer kilómetro, que normalmente hacemos bastante alrededor de 3:15, nos salga a 3:23, y eso ya incluye algo de bajada. Con lo cual… lo que el promedio final salga a 3:24 ya veo que va a ser complicado. En cualquier caso, decido pasar algunos puestos y me coloco tercero del segundo grupo perseguidor para resguardarme del viento y ver cómo es el circuito. Me mantengo ahí durante toda la primera vuelta.
Veo opciones de quedar entre los 10 primeros, algo que ni me imaginaba, y como me noto bien, paso a tirar.
Sin darme cuenta, al afrontar la subida por segunda vez, el grupo se ha deshecho y sólo llevo detrás a un tío tan pegado que me tropiezo dos veces con él, y encima me dice el cachondo de él que no me cruce… No te jode.. Le grito que me dé más espacio aunque cuando entramos al pueblo después de la bajada ya me pasa. Me da la sensación de que va más fuerte que yo, pero intento pegarme a él (aunque no tanto). Así terminamos la segunda vuelta.
Al cruzarnos con los primeros veo que voy 8°, pero no llevamos mucho a los detrás, así que tampoco podemos dormirnos. Vuelvo a pasar otro rato más en la tercera subida. Y en el mismo punto me vuelve a pasar para irse ya definitivamente. No miro atrás. Sólo adelante y al pulso. 176, 177.
Todavía me queda un poco de margen…y sólo 2 km, pero los detrás están cada vez más cerca y a uno ya lo oigo resoplar. Ya hemos empezado a doblar gente, que muy amablemente se apartan y muchos nos animan… en la última recta intento cambiar progresivamente (tampoco es que tenga demasiado), pero creo que lo suficiente para que va a ser suficiente no me adelanten,,, y finalmente entro 8º° a sólo un segundo del 9º. 34:58. Miro la media: 3:25/km (1seg/km) más de lo que quería… Se me tuerce un poco el gesto, pero la sensación que tengo es buena. Sé que he corrido bien, que el circuito era duro, con bastante viento y he corrido de forma bastante constante. En otro circuito un poco más fácil creo que lo habría conseguido. Creo que volveré a intentarlo dentro de no mucho.