Crónica y análisis del Duatlón por equipos de Egüés 2016

El sábado fue mi debut esta temporada en una competición que no fuera dentro de una piscina. Más verde que nunca en la carrera a pie, sin correr/preparar la Media Maratón de Vitoria ni ninguna carrera de primavera, pero con cierta confianza en poder ir al ritmo previsto (3:30/km) sin demasiado sufrimiento tras un par de días preparando la carrera con unas series con el equipo.

En bici tampoco iba para tirar cohetes tras un par de semanas de parón con el mismo dolor de rodilla (procedente de una sobre carga del vasto interno) que hace dos años por las mismas fechas. Sin embargo, el fin de semana anterior, todavía con molestias, pero hice 3 días seguidos bastante buenos:

  1. 12×5′ en el velódromo a 270-280w probando el Met Drone (esto irá en entrada especial)
  2. 2h con 4×10′ a 290w (el objetivo eran 300w, pero no llegué: también habrá entrada para este, espero)
  3. Test de 2h a 230w.

Así que con la inquietud que te da el miedo de ser tú el que la líes en un equipo de 4 donde no se puede quedar nadie, pero con la seguridad que me daban los datos y los entrenamientos que hicimos en equipo, casi no bajé el volumen de entrenamientos de la semana, aunque tampoco es que haya demasiado de donde bajar.

Y allí nos presentamos, nada menos que 18 tíos para competir en Élite (que es donde tienen que competir los federados, Open es para los NO federados o equipos mezclados con gente no federada o de otros equipos, o al menos así debería ser), en una de nuestras carreras favoritas, creo que siendo el equipo que más gente llevaba.

En el A, después de muchas vueltas estábamos Javi Pérez, David Arias, David Pardal y yo.

Si todo iba según lo previsto, era a Pardal al que le iba a tocar sufrir este año. Y vaya si sufrió. Empezamos a 3:30-3:32/km, según lo planificado con Javi P y Arias tirando, y por detrás Pardal y yo, por si había que sacar el dedo… La primera vuelta la dimos muy bien, en un circuito más lento que el del año pasado, con un par de cuestas bastante puñeteras.

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Yo iba bien, pero tampoco como para andar empujando a nadie, así que cuando David empezó a flojear, en lugar de empujar (que tampoco tengo muy claro que ayude, sí vas más rápido, pero sacas más de punto) pedimos a los que tiraban que levantaran el pie. Los del Erreka, mucho mejores corredores que nosotros y que salían un minuto detrás nuestro ya se nos iban echando encima, pero por lo menos íbamos a llegar a la T1 sin que nos pasaran.

Entramos en boxes ordenados, y salimos bien, pero en el salto de la rana se me sueltan las gomas por ponerlas mal (goma derecha en el desviador en lugar de portabidones trasero porque no lo encontré, e izquierda con el cierre de la rueda trasera mal puesto). Con una rotonda en obras y una carretera que pica para arriba, no me quedaba otra que empezar dando pedales sobre las zapatillas, intentar coger algo de velocidad y ponérmelas en marcha. Esto, que no es fácil pero tampoco es complicadísimo si se entrena, se vuelve un infierno cuando ves a tus tres compañeros de equipo mirando para atrás, al Erreka que te adelanta y tú con el calcetín pegado a los velcros de las zapatillas.

Al final lo conseguí, nos pusimos los 4 juntos y empezamos a tirar e intentando desdoblarnos con el Erreka, cometiendo exactamente el mismo error que el año pasado: empezar demasiado fuerte cuando llevas a un tío que ha sufrido demasiado corriendo. El año pasado fue Oscar, que decidió soltarse porque vio que no iba a poder, pero este año no teníamos margen de maniobra, y después de 3 o 4 parones, cambiamos rápidamente de estrategia bajando Arias y Javi a empujar a David y yo intentando poner un ritmo por potencia un poco más constante y aguantable. Sinceramente, tampoco me vino mal, porque tenía un punto más, pero desde luego, no dos. Fuimos cogiendo ritmo poco a poco y en la parte de arriba, Arias se quedó atrás a recuperar un poco y la hicimos entre Javi y yo.

Creo que un poco antes del giro, nos pasó también el Saltoki. Pero cuando giramos, el viento empezó a dar de cara y la carretera se puso favorable, empezamos a recortarles hasta el punto de que en la cuesta hacia abajo (que se hace a 70 km/h, dando pedales y sin frenar) nos desdoblamos, aunque sabíamos de sobra que volverían a adelantarnos en cuanto la carretera se pusiera hacia arriba. Y así fue.

Foto de FotoTri

La segunda vuelta fue un calco de la anterior, con la diferencia de que nos salieron 262w en la suida en lugar de los 232w del desastre de subida inicial. En amarillo, la primera, con parones, arrancadas 480, 600 w… En rojo, la segunda, mucho más constante y pudiendo acabar más fuertes.

Nos bajamos en la T2, menos ordenados que en la T1, y con mis compañeros de equipo girando la bici para ponerla con el manillar mirando hacia el pasillo: tirón de orejas por no saberse el Reglamento de Competiciones: no hace falta y es bastante incordio cuando entramos 4 a la vez. Total, que tuve que esperar a que todos giraran sus bicis, poner la mía, ponerme las zapatillas y salir zumbando para recuperar lo que me habían sacado en otro error que cometimos: salir a tope en una transición cuando ha habido uno que ha llegado muy justo. Por suerte, Javi tuvo un amago de calambre que nos hizo ralentizar el ritmo hasta que los músculos se le pusieron en su sitio. Cuando ocurrió Arias y Javi volvieron a pasar hacia adelante, pero Pardal empezó a sufrir más de la cuenta, así que volvimos a cambiar de estrategia. Pasamos Pardal y yo a marcar un ritmo que le fuera mejor. Una vez pasadas las cuestas, pasó Arias conmigo para intentar forzar un poco más hasta el final intentando limar lo que pudimos.

Al final, 6ºs. Contentos, porque a pesar de los errores, es dificilísimo no cometerlos y más cuando de los 4, sólo uno hace duatlones, creo que nos adaptamos bastante bien a las circunstancias de carrera, trabajamos como equipo, Pardal lo dio todo y nosotros le ayudamos todo lo que pudimos. Dato muy importante: el año que más hemos corrido al principio, pero el que peor bici hemos hecho (sólo 230w medios).

Por mi parte, primera competición que me ha servido para verle las orejas al lobo. Así que desde ya, a trabajar las intensidades altas en bici y en la carrera a pie.

Prueba Neoprenos ORCA 0.88. Predator vs Alpha (vs Helix)

Dentro de las pruebas de material que tanto me gustan, los trajes de neopreno son un elemento que me atrae muchísimo. Después de muchos años y muchos errores, uno ya se va dando cuenta de la importancia de tener un buen neopreno, de tener un neopreno que se ajuste a tu cuerpo, más todavía de tener la talla correcta, de que sea apropiado para tu forma de nadar, … Son muchas horas las que se meten en la piscina para mejorar uno o dos segundos el 100 cada temporada (si es que se consigue) para luego echar todo ese esfuerzo por tierra por equivocarse de modelo, de talla o simplemente considerar que es mejor gastarse ese dinero en, por ejemplo, unas ruedas molonas.

Desde 2002 que empecé con un traje a medida hecho en una tienda de submarinismo de Zarautz, (con ideas muy buenas pero neoprenos propios de submarinismo muy poco elásticos), he pasado por unos cuantos neoprenos propios (Xterra Vortex, Vector, Blueseventy Helix de distintas temporadas), y también he tenido la oportunidad de probar de amigos (Sailfish One), o de alguna marca como hice en 2008 de la mano de Pepe Navarro (Sailfish) y David Castro (2XU). Mi nivel de natación también ha mejorado (no era muy complicado) desde los 2min/100 con los que me presenté a mi debut en el Olímpico de Donosti de 2002 después de un año preparándolo, hasta el 4’56»77 en el 400 de Sopelana de hace unas semanas después de muchos metros mirando al reloj en todos y cada uno de los largos que he hecho, (sí, soy así :))

Este año que parece que todo el trabajo que estoy haciendo en el blog (y que recuerdo una vez más que hago porque a mí me gusta, esto es sólo mi hobby/pasión, no es mi trabajo porque no me da ni un €) está empezando a llamar la atención y a valorarse, y después de que Tamalpais me dejara unos pedales con sensor de potencia P1 para probar esta vez ha sido Orca quien me ha dejado sus dos mejores neoprenos para que les hiciera unos tests.

Como muchos ya sabéis, llevo con Blueseventy desde hace unos cuantos años, con su modelo tope de gama, Helix que destaca sobre el resto por una flexibilidad en hombros espectacular. De hecho, voy ya por el tercer modelo. El año pasado, Orca presentó estos dos nuevos trajes con el neopreno más fino del mercado en los brazos, con sólo 0,88 mm de espesor. Un espesor que es el que da nombre a la gama, por así decirlo. Desde entonces, tenía mucha curiosidad por probarlo, y por fin, y gracias a una serie de carambolas, surgió la oportunidad.

Una vez recibidos los dos neoprenos, lo primero que hice fue estudiar su construcción, los tipos de neoprenos utilizados en cada zona, los patrones, etc. No soy un experto en patronaje, así que lo que hice fue comparar ambos con mi Helix.

Y ya más en detalle, lo que quería comprobar en este caso era la diferencia entre el Alpha y el Predator. Según Orca, el Alpha da una mayor libertad de movimientos y está más pensado para buenos nadadores y distancias más cortas. El Predator, gracias a su mayor flotabilidad, en principio es mejor para distancias más largas y nadadores no tan buenos, que necesitan una mayor flotabilidad, principalmente en las piernas. Este gráfico de Orca explica muy bien toda su gama.

Aunque el material de los brazos es idéntico, el patronaje del tronco no lo es, y menos aún el de las piernas, como se puede ver en la siguiente foto. En el Predator (a la izquierda) se puede apreciar como los paneles de las piernas son bastante menos flexibles (en este caso es igual a más flotabililidad). También puede apreciarse en los costados otro patrón, que hace un poco más rígido el neopreno, teóricamente para evitar que el triatleta culebree en el agua.

Después venía la prueba de ponérselo en casa y ver si la talla que había pedido me venía bien. Esto que debería no ser un problema, al menos en mi caso suele ser bastante crítico. Afortunadamente, la tabla funcionó a la perfección y mi 188 cm de altura, 75 kg de peso y 98 cm de pecho, entraban perfectamente en el traje.

Me llamó mucho la atención que los trajes vinieran hasta con guantes para no dañar el neopreno. Yo no los usé. Después de tantos años, uno ya va teniendo trucos para no clavar las uñas en el traje, pero es un buen detalle.

Los dos trajes me entraron muy fácil, incluyendo los brazos. El último ajuste de los brazos (el más importante y que en seco suele costar bastante) me costó, pero me resultó bastante más fácil que el Helix. A primera vista, en cuanto a la estética, que también importa, el Alpha me parecía mucho más bonito. El Predator es muy sobrio para mi gusto, pero bueno, vamos a lo importante (aunque en el triatlón muchas cosas se compran por los ojos, incluso los cabezas cuadradas como yo..)

Algunas fotos de cómo me quedan. Sin arrugas, pero pudiendo respirar y mover bien los hombros.





En cuanto a comodidad, el Alpha también se notaba bastante más cómodo. Espectacularmente flexible de tronco, piernas, y por supuesto, brazos, aunque en este punto no notaba ninguna diferencia con el Predator.

Y ahora sí: lo importante de verdad. La prueba en el agua. Después de muchas pruebas, lo que he visto es que hasta el primer 200 todos los neoprenos son buenos. Todos flotan, todos se mueven fácil, pero es a partir de ahí cuando sale a relucir la diferencia entre un buen neopreno y un mal neopreno. Mi idea era hacer 4 series de 400m en piscina de 50m, con 1 minuto de recuperación entre cada una y posteriormente cambiar de neopreno. 400 m para que el cansancio salga a relucir. 4 tandas para que tener una mínima muestra estadística fiable (pero no más porque si no reviento) y 1 minuto descanso para que me dé tiempo a recuperar completamente y todas las series valgan lo mismo. Lo ideal era hacer en piscina de 50, porque en la de 25, a nada que hagas bien el viraje, gracias a la flotabilidad de los trajes se te queda la piscina en menos de 20m, y las tandas son demasiado fáciles. Y estamos buscando que aparezca la fatiga. Pero la piscina de 50m en Vitoria sólo está con el muro a 50 los viernes a la tarde (que tengo entrenamiento con el CN Judizmendi) y los sábados por la mañana (que suelo salir en bici si no tengo competi de natación) así que al final, viendo que se me echaba el tiempo encima sin hacer nada, las hice en 25m.

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Sensaciones: los dos trajes muy cómodos de hombros, brazos, se me ajustan muy bien en general y sí que percibí que los pies me flotaban más en el Predator (tiendo a llevar los pies bajos).

Pero como yo soy  más de datos que de sensaciones, aquí van los que salieron. Intenté ir a un ritmo cómodo que me permitiera aguantar las 8 series sin más fatiga que la que me crearan los trajes, y para no penalizar en exceso el traje que probaba en segundo lugar (Alpha) :



La conclusión es que para más o menos el mismo pulso, me salió 1 seg/100 de diferencia más rápido con el Predator. Donde también se ve mucha diferencia es en el número de brazadas (medidas con el Garmin 920xt) que hago en cada largo. Casi media brazada (en ciclos) menos en el Predator, lo que creo que da idea de su mayor flotabilidad, y me hace pensar que en 50 m (y en más en aguas abiertas), la diferencia en tiempo aumentaría.

Me quedaba la duda de la penalización del Alpha por hacerlo en segundo lugar (aunque hay 20 minutos de diferencia entre ellos que es lo que me cuesta ponerme un neopreno estando mojado, sudado, a 28ºC, e intentando no romperlo…). Así que lo repetí otro día en orden inverso con el siguiente resultado.



Como se puede apreciar, cuando me puse el Predator en segundo lugar, el resultado es prácticamente el mismo. Me sale prácticamente el mismo tiempo pero con 1ppm menos en el Predator. Sin embargo, sí que había 1 seg de diferencia cuando me a su favor cuando me lo puse primero. De todas formas, me da la impresión de que si quisiera ir más rápido, se notaría más diferencia y que esta diferencia sería más notable en piscina de 50m . En cualquier caso, ahora sería cuestión de cada uno decidir si por 1 seg/100 merece la pena ir a un neopreno 150€ más caro. Si echo las cuentas de las horas que tengo que meter en la piscina para mejorar ese segundo, y la de veces que he perdido el grupo bueno por menos de 15 segundos… Yo lo tengo claro.

Llegados a este punto, tocaba poner a competir mi Helix 2013 contra el Predator 2015. Visto el resultado de las pruebas en 25m y aprovechando que el invierno empezaba a ser invierno, esta vez sí las hice, en piscina de 50m.

En cuanto a sensaciones:

-El Helix flota más: tanto en piernas como en el tronco. Pero hay una pequeña diferencia. Noté que flotaba hasta demasiado en el pecho, lo que hace que vaya con la cabeza casi fuera, quiera o no, lo que no es una ventaja más que para ver mejor la boya. Hidrodinámicamente es peor.

– La sensación de hombros es mejor en el Predator, y en brazos en general mucho mejor. El Helix se siente bien en los hombros, pero llevo los bíceps embutidos. No sé si con una talla más se solucionaría, pero según las tablas llevo el que me corresponde (MT). El siguiente sería para 80-90 kg y me parece demasiado.

-Al quitar, es mucho más rápido el Predator. Es más flexible en general, y se nota bastante, sobre todo en las piernas.

Y de nuevo lo más importante: datos y números: Siguiendo el método seguido hasta ahora con 4×400 con 1 minuto de recuperación entre ellas se ve que, sobre todo quitando del promedio la primera tanda de cada neopreno (en la que se va más fresco), el pulso es más bajo con el Predator, para prácticamente la misma velocidad. Hay que tener en cuenta que dejé el Predator 2015 para el último lugar,  que ya hemos visto en la comparación anterior que penaliza ya que me lo pongo con 2000 m encima.

En este caso, está bastante claro que iba bastante más cómodo con el Predator, pero también un poco más lento. La conclusión que saco aquí es que la mayor flotabilidad del Helix, lo hace más rápido, pero también, por fatiga de brazos (no de hombros), me cuesta más moverlo y a la larga, perdería velocidad. Esto, que en el agua lo sentí de forma bastante clara, lo he intentado plasmar en números. A falta de ser capaz de clavar los tiempos de un 400 a otro en en +/-1 segundo, lo que he hecho es lo siguiente: Como tengo los parciales de cada 50, para aislar el efecto de la fatiga, en primer lugar, quito la primera tanda de las 4, que además en el caso del Helix, me salió excesivamente rápida. Sólo con esto, la diferencia de ritmo es de sólo 0,4 segundos el 100 con 3,5 ppm de diferencia.

Por otro lado, y afinando un poco más; cogiendo los últimos 200 de cada tanda, que es cuando estimo que el pulso y el ritmo empiezan a estabilizarse, la diferencia de 0,5 s/100 más rápido el Helix, pero con 3 ppm más. 

Pero como he mencionado antes, en la última tanda con el Predator 2015, probé a ir un poco más rápido. Para ello, tuve que acelerar la cadencia de  brazada para compensar la menor flotabilidad del traje, pero gracias a lo cómodo/flexible que es, no se me disparó el pulso. Creo que este es el quid de la cuestión en esta comparación. Para comprobar esto, pongo más abajo curvas en las que se ve el la frecuencia de brazada (calculada a partir del número de brazadas que me cuenta el Garmin 920xt, y suponiendo que estoy unos 3 segundos en cada largo sin dar brazadas por los virajes).

Se ve que hay una relación más o menos lineal entre pulso y cadencia. Pero la curva de ajuste está desplazada hacia la izquierda y tiene la pendiente menor en el Predator 2015. Es decir, que subo la cadencia sin que se me dispare el pulso tan rápido como en el Helix, que creo que es lo más importante en una prueba de triatlón.

Finalmente, si dibujo los datos de pulso vs ritmo cogiendo los últimos 200m de cada tanda que es cuando los ritmos se estabilizan y exceptuando la primera (en la que no duele nada), creo que se ve el efecto del que hablo.

A pesar de lo justos que pueden parecer que están los datos, las conclusiones que yo saco, es que el Predator 2015 es más cómodo con mucha diferencia que el Helix, y gracias a su flotabilidad y pesar de no ser la máxima de los probados, sí termina siendo el más rápido. Con todos estos datos detrás, creo que tengo razones más que suficientes para que este neopreno sea mi elección para la temporada 2016.