Triatlón Sprint Tudela. Previa.

Tras otra semana de recuperación, entrenar poco y sin mucha intensidad, pero sin dormirme, llega uno de mis clásicos del verano. Entre mis favoritos: al ladito de Valtierra, familiar, bonito y exigente (que sea plano no quiere decir necesariamente que sea fácil), con natación en el Ebro incluida.

Nunca me ha salido bien. Desde mi primera participación en 2002, en la que cogí la bici el cuarto por la cola tras más de un minuto intentando quitarme el neopreno ante la desesperación de mi hermano y me pasé 20 km persiguiendo a un grupo de 30 (sin éxito, claro). En 2009 ya lo hice mejor, pero me quedé del grupito bueno en bici por gañán, en 2010 no pude correr porque estaba tocado de la espalda y en 2011 todavía estaba con la cabeza tocada desde Lekeitio y casi no había cogido la bici.

A pesar de que coinciden 4 carreras en el mismo fin de semana, y tres de ellas en Navarra, alguien tendría que dar explicaciones por esto, hay más de 200 inscritos, de lo cual me alegro, sobre todo por toda la gente del S.D.R. Arenas.

Están los buenos de siempre, y luego habrá que intentar meterse en el grupo de atrás. Salida desde el agua (otra asignatura pendiente), acertar con la corriente, intentar hacer bien la transición y apretar. Una vez en la carretera principal, habrá que ver cómo está la situación de carrera (más que nada dónde está mi primo Iñaki), pero no creo que venga ningún grupo grande interesante por detrás.

El objetivo, claro: mejorar lo del año pasado (30º)

 

Triatlón olímpico Donosti. Onditz 2012. Análisis.

Natación.

Una buena colocación, una buena salida y una distancia que me gusta. Resultado: la segunda mejor natación de la temporada, por detrás de Valencia, mejor que en Zarautz y a años luz de los truños que me han salido en los sprint.
Mis referencias de carreras con drafting me han sacado lo mismo que en un sprint, pero en el doble de distancia.
Y las referencias de larga, pues eso, se me fueron un poco más que en Valencia. Milagros no se puede hacer. Ya sabía que estaba nadando peor que en febrero.

Onditz 2012

 

tiempo dif dif(%)

ritmo/100

Unanue

19:45 03:54 16%

01:15

Aimar 22:18 01:21 6% 01:25
Rozas 22:38 01:01 4% 01:26
Oka 21:36 02:03 9% 01:23
Berdud 21:37 02:02 9% 01:23
Goñi 23:02 00:37 3% 01:28
Bizkarra 23:37 00:02 0% 01:30

Diego

23:39 0%

01:30

Ciclismo.

Una carrera con drafting y tanta estrategia no es fácil de analizar. Lo más sencillo: 255 watios medios y 299 normalizados. Prácticamente clavado al año 2010, pero hechos con más cabeza, hace que rindan mucho más.

Y luego se puede ver lo que me haría falta en las subidas, porque vi que con lo que tengo no me llega:
Subida a Berio: 1’30» a 380 watios y me quedo.
Subida a Zuatzu por detrás: 2’30» a 360 watios y ya no me quedo (los buenos se me habían ido) pero tampoco cogemos a los de delante.

Subida a Orio (hasta pasar la herradura): 13’10» a 328w.

Es lo que hay. Apenas he trabajado la Potencia Aeróbica Máxima, porque cuando iba a empezar, me lesioné y tampoco es cuestión de hacer intervalos de 1 minuto a 400w con lumbago.

Y por último, que ya puedo actualizar mi FTP para bici de carretera:

  • En la primera hora hice 270 w (casi todo menos la bajada final) y 298w normalizados.
  • En los 20 minutos siguientes a comenzar la subida a Orio. 312 y 321.

Running.

Y luego pude correr el que creo que ha sido mi mejor 10000 en un triatlón (36.24 en clasi, 35.36 en 10 km de GPS). Pensaba que no lo había sido porque ni corriendo me notaba muy ligero ni el puesto parcial final era espectacular, pero tirando de disco duro he visto que sí… Me mantuve muy constante (hasta el flatazo del km9 que resolví muy bien) y no demasiado lejos del máximo que puedo hacer en un 10 km de una carrera a pie. (34.54). Imagen del SportTracks en la que se ve la diferencia de cada paso por kilómetro respecto al promedio.

Más calor del que me suele venir bien, pero los botellines de agua por encima y en las piernas me fueron bastante bien, aunque todavía tengo que mejorar lo de los geles.

RESUMEN

Creo que mi mejor carrera en distancia olímpica (mejor que la de Madrid de GGEE de 2010). Todo se puede mejorar, pero viendo la clasificación, creo que no podía subir muchos más puestos. Me da bastante rabia haber perdido un par de segundos el cien en natación, pero tampoco hay que darle muchas vueltas.

Tendría que mejorar un poco la bici en las subidas explosivas y el margen de mejorar en las bajadas es infinito, pero bueno, que el objetivo principal en esta temporada tiene una bici de 120 km llanos y no se pueden ocupar tres asientos con el mismo culo.

Lo que más me ha satisfacción me ha dado ha sido poder sacar a la carretera lo que de verdad llevaba dentro y me había trabajado y que esta temporada todavía no había salido por una cosa o por otra. Ya está, a pasar página.

Triatlón olímpico Donosti. Onditz 2012. Crónica.

La estrategia principal del fin de semana, era minimizar los riesgos de que algo saliese mal al máximo posible. Así que optamos por hacer las cosas bien, con calma y de forma más o menos metódica.

El sábado por la tarde, ya estábamos en Donosti, donde hicimos la bajada de Igeldo y los 5 primeros y ratoneros kilómetros en coche. Con Haritz como guía y referencia (la siguiente vez tengo que llevar lápiz y papel porque la información me desbordó) reconocimos el terreno (muy bien!) y nos fuimos a casa a ver el fútbol, cenar y dormir.

A las 6.45 arriba, desayuno de siempre, ducha y cumplimos el primer objetivo del día, que es pasar el control de material nada más abrirse y quitarnos el estrés de la cola de 600 tíos.

Al colgar la bici de la barra, se me ocurre echar un ojo al freno trasero que me “ajustaron” en una conocida tienda del barrio de Judizmendi (a la que ahora ya sí que sí, no pienso volver en mi vida). El ajuste me lo cobraron, pero a pesar de que les dije que eso no estaba bien, me dijeron que después de tres días allí, tenían que cambiar los muelles¿? así que me la llevé tal cual. Bueno, 40 minutos con Alberto y Solis, apretando y desapretando, intentando encontrar una posición donde la rueda no rozara con una de las inmóviles pastillas de freno. Sin éxito. (Mal. Tenía que haberla llevado antes a Vibike y un problema menos). El roce no era demasiado grande, así que opté por dejarlo así.

Total, que casi llego a la arena de los últimos.Y de repente se da la salida de las chicas, que yo pensaba que era a las 9.30, pero han adelantado todas las salidas 15 minutos. Así que ya no hay tiempo de calentar. O caliento o cojo sitio. Me tiro al agua rápido y hago unos 200 metros en la zona en la que todavía se hace pie con facilidad y me voy rápido a la línea de salida.
En el centro. Ni gallos, ni nada. En el centro. Vigilo al juez que lleva en la mano la bocina como si llevara el Santo Grial y ya no le pierdo de vista. Haritz y Kepin están detrás de mi raja que te raja. Les digo: “al loro”… Siguen hablando. “al loro”… “que os den”… Sigo mirando al juez. Llega a la esquina… Y de repente salen los de esa esquina. No oigo ni bocina ni nada. Sólo corro. Miro de reojillo cual delantero al juez de línea cuando sabe que ha arrancado en posición dudosa, pero sé que eso ya no hay quien lo pare y llego al agua el primero de mi zona, creo que destacado. Bien, otro objetivo cumplido.

Cuando empiezo a valorar dónde me tengo que tirar, me caigo. Bueno, ya no hay que pensar. Ya estoy dentro, así que me pongo a nadar, aunque no cubre ni 40 cm… a mi lado llega gente que todavía está de pie y me adelanta. Así que de nuevo de pie. Dos pasos y a nadar. A todo lo que da mi cuerpo. Ya habrá tiempo para descansar. Veo a mi derecha un tío metiendo pies como un loco. Vale, pues yo, también. Pasado un tiempo que se me hace eterno, veo que eso ya es definitivamente insostenible, y aflojo un poco para situarme y recuperar la respiración. Tengo dos avanzadillas por los flancos,  camino libre por delante y la boya perfectamente enfilada. Pues nada, a seguir así.
Llega la primera boya. Me abro ligeramente, y ni un golpe. Así da gusto. A partir de ahí, a seguir la hilera. Vamos en fila de dos o tres. Bien rectos y todos al mismo ritmo, así que ya no es momento ni de intentar acelerar, ni cambiar, ni nada. Intentar relajarme pero sin perder la concentración. Entonces distingo a Bizkarra justo a mi lado derecho. Bueno, pues estamos justo en el sitio previsto y deseado. Así hasta el final. Intento ponerme de pie lo más tarde posible y a correr.

Gorka me ve y me dice que intente seguirle en bici. Ya, si eso ya lo sé… otra cosa es que pueda.. Nos cantan el puesto 40 (luego sería el 50), que está pero que muy bien, teniendo en cuenta los desastres de esta temporada en nataciones cortas, y que en 2010 (mi último olímpico) salí el 99…

Encuentro mi bici a la primera. Me quito el traje en un tiempo normal y otra vez se me enreda el dorsal. Me cuesta lo suyo ponérmelo, pero arranco. Tengo todos los boxes para correr con la bici en la mano, lo que aprovecho para ver a quiénes he conseguido sacar algo de tiempo en el agua.
Salto de la rana y Bizkarra que ya se me ha escapado. Bueno, que no cunda el pánico. Hay mucho tiempo y ciclistas de sobra por detrás, para intentar hacer algo. Salir delante permite tirar de estrategia, y si mi habilidad no ha funcionado, intentaremos que lo haga la cabeza. De momento, tiro, para ir cogiendo un poco de ritmo. Enseguida, empiezo a mirar hacia atrás. Llega Etor. Bien. Pues aquí hay que quedarse. Nos vamos relevando hasta llegar a Berio. Empieza la fiesta, yo todavía no tengo las piernas en su sitio, y Etor y otro se me escapan. Nos quedamos dos o tres. Bueno, a ritmo. Bajamos hacia Zuatzu (menos mal que lo vimos el sábado) y empiezan los giros de 90º. Vamos recogiendo gente y para cuando termina la última ratonera y salimos a la N-I estamos unos 10.
Éste es otro de los momentos claves de la carrera. Si nos ponemos de acuerdo, aunque no seamos grandes ciclistas (parece que ninguno destaca sobre los demás), podemos recortar si los de delante no se entienden. Nos cuesta dos o tres relevos, en los que sólo pasamos tres, y algún gesto para que que al final lo consigamos. Vamos realmente rápido, sin que el esfuerzo sea demasiado grande y cogemos a un grupo de unos diez. Según nos vamos acercando me pongo delante y distingo a Goñi, Bizkarra (que le veo que lleva un mosqueo de 3 pares), Astigarraga, Etor… Bueno, por fin. La situación de carrera que llevaba años buscando. Se ve que no estaban pasando y cuando llegamos nosotros tampoco lo hacen. Doy un par de relevos y como veo que ya no hay nada que hacer ahí, me voy para atrás, cuando de repente llega el grupo tirado por Solis.. Pues nada. Nos hemos juntado 30 en un momento. Demasiada gente para un carril sin arcén, así que en cuanto veo un hueco, remonto y me voy para adelante y evitar riesgos. Mientras maniobraba se han escapado Bizkarra y Regillaga.. Tampoco sé si hubiera podido seguirles, pero bueno. Antes de que me dé cuenta, veo que llega el cruce hacia el camping y entro el primero en la curva. Bien.
Enseguida pasa Astigarraga.. y unos cuantos detrás. Demasiado para mí. 350w no son suficientes para salir tras ellos.

El grupo se fracciona y se van unos 8 hacia adelante y atrás vamos los más diesel: Etor, Sarasola, Ilazki Zalakain y Bernaola. Tira sobre todo Etor y yo hago lo que puedo. A ese ritmo no creo que perdamos demasiado. Pasamos la curva de herradura, y me acuerdo de que hay que seguir apretando. Más concentración: empieza la bajada. Intento recordar las curvas en las que sí había que frenar y en las que no, pero en la primera ya pierdo la cuenta y se me escapan un poco. Tampoco estoy bajando mal (al menos eso creo) y ya no voy a perder mucho. Cuando de repente, Solís me pasa por el exterior como un misil (algún día vas a acabar tirándome!!), me asusto, y entonces me pasan otros 15. Bueno, que es igual. Quedan 2 km a la T2. Si aprieto un poco en el llano les recorto y queda mi sector. Así que la parte del Rekondo la hago todavía con más cuidado y por fin llegamos al llano. Un par de arreones sin volverme loco, y llegamos a la altura del todotodo, donde empiezo a oir mi nombre: no me ha pasado nada, estoy “delante” y ha salido todo según lo previsto. Estoy a punto de echarme a llorar…
Me bajo de la bici en plan cutre (cada vez veo que es más seguro y rápido) , dejo la bici, me pongo los calcetines Goka que dieron en Lekeitio y probé el martes, cojo mis dos geles de 226ers, T6, Garmin y a correr.
Antes del túnel de Ondarreta ya he adelantado a casi todos los de la bajada de Igeldo. Llevo buen ritmo pero ya veo que tampoco es para tirar cohetes. Lo de correr con los geles en la mano no me acaba de gustar, así que no sigo las instrucciones del fabricante (y me tomo el primero sin agua…) Error gordo. El otro, me lo meto en el tirante del mono.. A partir de aquí, dureza mental, concentración, intentar bracear y estirar zancada.

Voy pasando gente, ahora ya más despacio, y también me doblan. Eneko con Godoy (joe, pero si sólo me llevan una vuelta calculo que me llevan unos 10-12 minutos, así que muy bien), un australiano, Reig.. Bueno, a lo mío. Adelanto a las australianas, lo que hace que lleve a la bicicleta de la primera chica tocando el silbato detrás de mí durante un rato y me pone un poco nervioso. Cada paso por meta es una gozada: En dos o tres puntos hay mucha gente que me conoce y da gusto pasar, como todos los años. En la tercera vuelta por fin paso a Corroto, que me llevaba 10 metros desde hacía 6 km. Ya al pasar por última vez en el túnel, en el km 9, sin saber muy bien por qué, me entra un dolor de flato horrible. Hacia un montón de años que no me pasaba. Reduzco un poco (bastante) el ritmo para ver si se pasa, pero sin parar del todo…  me cruzo con Haritz, que me dice que tengo que luchar hasta el final.. Ya, pero necesito que se me pase el dolor. Son unos 200-300m, que se me hacen eternos, pero más o menos al pasar por debajo del que fue mi piso de estudiante, se me pasa y vuelvo a apretar, sin perder más puestos.

Recta de meta, mirada para atrás, Corroto que no me alcanza y dedicatoria para mi bro..que ha sabido tocar las teclas que hacían falta en mi cabeza.

Por fin, la carrera que estaba buscando y en uno de los sitios más especiales para mí.

Triatlón olímpico Donosti. Previa.

El domingo se cumple el décimo aniversario de mi debut en el triatlón, que fue en el Memorial Onditz, de San Sebastián. Por ese y otros muchos motivos (los cinco años que viví allí durante la carrera, que es la sede de mi equipo, la belleza natural de la bahía) para mí siempre es especial correr en Donosti. Me da pena que se haya convertido en una carrera masificada, que se les ha ido de las manos y que cada año es un caos un poco más grande, pero este año he vuelto a caer y me he inscrito junto a 18 compañeros de equipo más.

Esta semana casi no he entrenado. Entre la recuperación de la caída de Lekeitio y viaje de trabajo, he conseguido sumar 1 hora de carrera a pie, 2 de bici y 2000 metros de natación. O sea, recuperación. Pero más que la física, he intentado recuperar la parte mental. Creo que ya se nota que estoy bastante desanimado. Las cosas no me están saliendo como esperaba, más que porque yo no ande, porque todos los días me está pasando algo. Pero siendo de sangre navarra y alavés de nacimiento, a cabezón no me gana casi nadie. Así que seguiremos insistiendo.

No obstante, además de insistir, hay que poner remedio o solución a las causas de los problemas (incluyendo los percances y los de mi cabeza) y en eso estamos.

Aunque nunca me han salido grandes carreras en Donosti, no sé porqué me da, que el domingo van a salir bien las cosas. El objetivo es mejorar lo de 2010 (en 2011 todavía tenía la cabeza como un sonajero y me pasé la carrera dando vueltas con un megáfono a 35ºC)

Triatlón de Lekeitio 2012. Análisis.

Natación:
La peor natación del año con diferencia (parcial 65). Menos con Bizkarra, que otra vez volvió a salir delante de mí en un sprint, con el resto de referencias clásicas, perdí entre 30 y 45 segundos más de lo habitual este año, que en 750 metros es una barbaridad. La mayoría de ese tiempo, probablemente esté en la salida, donde además de reaccionar tarde (no oí la puñetera bocina, si es que llegó a sonar), me equivoqué poniéndome detrás de los re-buenos. Para cuando encontré el hueco que quería, ya había pasado casi un minuto, porque se me había metido gente por todos lados. Ahí prácticamente terminó todo.

Bici:
Ya sabía que iba mal colocado, así que tiré a muerte desde el principio para intentar recuperar o enganchar con algún grupo. Pero yo sólo (o con alguno de mi nivel), no voy a conseguir coger a los de delante. Si estoy con ellos, les puedo aguantar (creo, porque todavía no se ha dado la ocasión), pero no les voy a recortar tirando yo. Así que cuando vienen buenos ciclistas por detrás, luego se me escapan porque estoy fundido (310 w normalizados en los primeros diez minutos).

En amarillo, 2011. En rojo, 2012.

Pero tampoco puedo esperar a que vengan por detrás a llevarme en carroza, porque la diferencia se puede volver insalvable, y porque puede que en algún repecho me suelten, así que habrá que estar un poco más atento y estar más pendiente de todo, que no todo es meter watios.

Con la caída, cuando creo que estaba bajando bien, definitivamente se terminó la carrera. Aún así, saqué los mismos watios normalizados que el año pasado.

Correr:
Sin más. Tenía dolor y de nuevo rabia, pero ésta vez más tirando hacia la frustración, así que tampoco corrí como en Hondarribi porque no tenía ninguna aspiración, más que la de coger a Guz cuando le vi en el giro (que no es poco).

Conclusión.
Creía que en los sprints, con lo que había mejorado la nataciónen la piscina este año, podía hacer algo, pero por una cosa o por otra, no estoy saliendo del agua donde pensaba que iba a salir. Exactamente igual que lo que me pasó el año pasado. Además, de nadar, hacen falta otras cosas, que probablemente a mi me falten, y ésta no sea mi distancia. Me queda otro en Tudela dentro de semana y media, con agua dulce y sin bajadas. Si ése ya no sale bien, para el año que viene me replantearé si me merece la pena correr estas carreras.
Pero antes, este domingo el olímpico de Donosti, donde hace 10 años debuté en este deporte. A ver si en un poco más de distancia se me da mejor la cosa.

Triatlón de Lekeitio 2012. Crónica.

Salimos de Vitoria a 28ºC y camisetita de tirantes, y llegamos a Lekeitio (por Urkiola), a 16ºC y lloviendo. Íbamos bastante motivados, pero llegar con ese ambiente, la verdad que desmoraliza bastante. Pero bueno, total, vamos a ir mojados de una forma u otra, así que al tema.

Dejamos todo en boxes rápido (tanto que se me olvidó dejar el Garmin) y nos vamos a resguardar debajo de la Iglesia, que había una ambiente espectacular.

En la salida, veo en la de las chicas que la corriente, las lleva hacia la izquierda, aunque las olas van hacia el otro lado y decido colocarme en el centro, que es donde hay más sitio, en primera fila. Tras hablar con Gari, pienso que igual es mejor ponerme detrás de los buenos, así que me coloco tras Muller, Okamika y Unanue. Sin esperanza ninguna de coger sus pies, pero queriendo nadar con espacio. Error.

Se da la salida (se supone, porque yo no oí ni bocina ni nada), y como siempre, llego en cuarta línea al agua. Tardo en lanzarme, pero me han adelantado por todos lados, y ya no tengo sitio libre y me llevo un par de patadas en la cara. Sigo estando bien orientado, pero todavía no he dado ni dos brazadas buenas, y tengo mucha gente por delante. De repente, se abre el espacio por delante.. Pero es muy tarde. Llega la temida primera boya en la que hay que girar casi 180 grados, pero se pasa mejor de lo esperado y ahora sí empiezo a nadar. Cojo unos pies y me centro, pero veo que voy demasiado relajado y cambio para marcharme. Pero sé que voy mal.

Delante de mí sale Taracena y a mi lado Alberto, que sale más rápido que yo por la arena.

Encuentro la bici rápido, no me pongo gafas y salgo. Toca una de las líneas de montaje más complicadas del mundo, estrecha, con árboles, bancos y un pivote… y el típico gilipollas que llega dando gritos. Total que fallo de nuevo en el salto, intento montarme de forma tradicional, vuelvo a intentar saltar, y al final vuelvo al tradicional, metiendo un pie al principio. A pesar del desastre, no he perdido tanto y le cojo a Alberto antes de terminar el pueblo. Sé lo que toca, apretar, apretar y apretar. En la rotonda de bajada de la variante ya veo que el asfalto y los frenos están peligrosos, pero bueno, no es circuito difícil. Sigo tirando, con alguna colaboración puntual. Llega Ander del Antxintxika, a quien no conocía e hizo el mejor parcial y nos suelta antes de tiempo… Me marcho con uno de Zornotza (creo que Etor Etxeandia) y otro chico y vamos cogiendo gente.

Primera bajada. Salvo algún kamikaze que pasa, no pierdo el grupo y bajo bastante bien, tras aplicar lo practicado el jueves en Zaldiaran. Al cruzarnos con la cabeza veo que vamos bastante atrás, pero tampoco me sorprende. Por una vez, el giro de 180º también lo hago bien, y me quedo tras el chico de Zornotza. Subimos fuerte, pero aguanto bien, empieza la bajada. En la segunda curva se cae un chico del SVC. Joder, que ruido hace una bici en una caída… Y dos curvas más tarde, sin darme cuenta, me caigo yo. No sé ni cómo ni por qué, pero estoy resbalando por el suelo y casi me meto debajo de la ambulancia que viene por el otro carril. Me gritan desde la ambulancia si estoy bien. Pues no. Me duele la cadera y el codo, pero cojo la bici, pongo la cadena al segundo intento y me monto ante el aplauso de los coches que han parado detrás de la ambulancia. En este rato sólo ha pasado un grupo de cuatro, lo que me sorprende bastante. Empiezo a tirar con rabia para abajo… Me he caído casi en la última curva, y ahora es fácil. Me duele, pero no me limita. Miro para atrás y veo un grupito, así que me dejo coger, pero no van nada rápido y tras un par de relevos, meto un hachazo de los que no meto nunca para por lo menos poner en fila a los que van tocándose los huevos atrás. La entrada al pueblo, me la tomo con calma, porque ya lo del pavés  mojado puede ser de escándalo.

Transición normal y a correr. El dolor sigue sin limitarme pero me noto cascadillo, y no tengo las piernas de Hondarribi. También aquí sé de  sobra lo que toca. Sufrir hasta el giro, y luego alargar zancada. Sigo pasando gente.. Y empiezo a cruzarme con gente a la que gané en Hondarribi. Poco después del giro me adelanta uno que no tengo ni idea de quién es, e intento pegarme a él. Sólo me queda intentar coger a Guz, más que nada por no tener que aguantarle durante lo que queda de año. Creo que me da tiempo, pero va ligerillo.. con las rodillas por el suelo, pero rápido. Le paso antes de encarar el puerto, y me centro en que ya no me pase nadie más. Por lo menos he terminado, que cuando me vi en el suelo no las tenía todas conmigo.

Puesto 38 y fuera de la primera página de la clasificación. Casi igual que el año pasado, pero esta vez había bastante menos nivel. Otra oportunidad perdida, esta vez con caída incluida, y cada vez quedan menos.

 

Triatlón de Lekeitio 2012. Previa.

Y casi sin recuperarnos del fin de semana de Zarautz + DST (o más bien, sin casi), llega otro de los clásicos. Lekeitio. El triatlón de los golpes y patadas en la natación, de la agonía en Milloi, del giro de 180º en bajada donde casi siempre pierdo al grupo, de la subida al faro corriendo y una de las llegadas más bonitas del triatlón en Euskadi y donde el año pasado casi me dejo allí la cabeza y algo más por volver al coche sin casco.

Se van acabando las oportunidades. Es lo que tiene concentrar la temporada en tres meses y que uno entero estés lesionado. Es un terreno que otros años me iba bien, con tiempo para respirar algo antes de empezar a subir y con bajadas fáciles.

Estreno neopreno. Esta vez, mío. Xterra Vector ProX3 (al 50% en xterrawetsuits.co.uk), talla SLO.  Bastante más parecido al Sailfish One que al Blueseventy Helix.

Ayer hice una pequeña prueba en el pantano, bastante satisfactoria, pero como siempre, es fundamental colocarlo todo en su sitio. Sólo espero que tras tenerlo una noche con él en agua, me cueste menos ponérmelo en Lekeitio que lo que me costó ayer en Ullibarri.

Espero veros allí a muchos, y ya que parece que los golpes serán inevitables, por lo menos, no nos peguemos entre amigos.

 

Triatlón de Zarautz 2012. Análisis.

Toca el análisis de una de las carreras más difíciles que conozco, si no la que más, a nivel de control y saber regular el esfuerzo.

Natación.

De los que repiten de Valencia, estaban Aimar, Rozas, Amatriain, Agirretxe y Bizkarra entre otros. Aimar, Rozas y Amatrian, me sacaron un 3% en Valencia y un 7% en Zarautz. A Bizkarra le saqué menos que en Valencia, y salí con Agirretxe. Así que está bastante claro, que nadé peor que en marzo, cosa que es bastante lógica viendo cómo han ido los entrenamientos del último mes con los problemas de la espalda. He perdido 3 seg/100, que es más o menos lo que tenía controlado en la piscina. Aún así, salí bastante entero del agua.

También se aprecia que en Euskadi, no sabemos nadar. Salí en el mismo puesto que en Valencia (43) pero con 1.33/100….

Bicicleta.

Mi objetivo eran 240w.  Alrededor de un 10% más de lo que movía el año pasado, que es más o menos la diferencia que estaba sacando en los entrenamientos, aunque nunca había hecho esos watios entrenando, lógicamente. El pulso objetivo también era llevarlo algo más alto de los 150 ppm habituales del año pasado en esta distancia.

En un recorrido como el de Zarautz, con tanto sube-baja, (el que se crea que sólo se sube Meagas, Orio y Aia, está equivocado), es muy fácil cebarse en los repechos y terminar pagándolo, sobre todo con Aia y este año Orio, al final.

Creo que fui bastante constante. Empezando algo fuerte al principio, y creo que pagándolo (o tal vez reservándome) en la última media hora. Cuando te pasa todo cristo en la primera subida de Meagas, hay que mantener la cabeza fría. A muchos les conocía y sabía que eran mucho mejores que yo, pero malos nadadores. Y otros, pues tenía mis dudas, pero confiaba en que la carrera duraba mucho, y la gente sale a tope después de ver a todo el público agolpado en la curva de la iglesia.

Hice las dos subidas a Meagas a los mismos watios, 280w, pero con menos pulso en la segunda (168 vs 161).

El primer «llaneo», (35minutos) lo hice a 256w y 159 ppm, mientras que el de la segunda vuelta lo hice ya más flojo, a 240w y 156 ppm.

Luego llegó Aia… A ver quién lo encuentra en la gráfica del par de torsión…

Hasta ahí, 2h, 242w, 158ppm, y 260 normalizados. Lo previsto. Posteriormente, también el recorrido incitaba a ello con la peligrosilla bajada de Aia, que no conocía, hice la última media hora a sólo 168w, lo que me «falsea» un poco la media, y la baja a 230w, con 157 ppm. La segunda subida a Orio la hice a sólo 263w.

Carrera a pie.

Me bajé muy bien de la bici. Salí bastante rápido. No tengo registrados los 3 primeros kilómetros, pero fui seguro por debajo de 3.45. Luego, paré a mear y ya me estabilizé en 4. Correr en Zarauz tampoco es fácil. Hay mucho giro, rampa, cambio de dirección, traviesas en el golf, arena… y luego el acelerón en el paso por el pueblo que es absolutamente imposible de controlar.

En la segunda vuelta bajé un poco el ritmo. Me asusté un poco cuando me empezó a molestar la espalda, pero en la tercera mantuve bien, y todavía pude acelerar bastante en los últimos kilómetros.

Alimentación en carrera.

Era la gran novedad, junto correr con la Blue (pero esto no era ningún riesgo), y creo que me salió bien. No comer barritas no hizo que pasara nada de hambre, tampoco me sentí vacío en ningún momento y corriendo tuve la mitad de gases que otras veces que me paso la carrera eructando. Con bidón y medio de Energy Drink (el de 500cc y medio del aero) , más agua en los avituallamientos de Meagas, y tres geles en carrera, y dos en bici tuve suficiente. Sí que me pareció que el gel de cafeína daba más chute que el normal.

RESUMEN

Acabé en el puesto 37º. No tenía mucha idea de por dónde podía terminar. Entre los 100 primeros sí, pero acabar entre lso 50 primeros me parecía complicado, y realmente no tenía ni idea durante toda la carrera de dónde estaba…Tampoco sabía cuánto tiempo llevaba en ningún momento, hasta la recta final y cuando vi el 4.35 entonces ya terminé de convencerme de que lo había hecho bien.

Después de ver los parciales, con el puesto 118º en bici y que todos los que están delante de mí tienen mucho mejor parcial que yo… pues hombre, pienso que sí, que seguro que tengo más bici que algunos de lo que me adelantaron en la bici, pero al final, esto es un deporte, no tres, y lo que cuenta es el resultado de la última columna de la clasificación. Hay muchos ejemplos de gente que se pasó en la bici, y luego o se retiró o petó. Tal vez 3 o 4 minutos menos sí podría haber hecho,pero son número de watios que no hago en series de más de 30 minutos, luego hay que correr, y llevaba un mes con 3 días de carrera a pie, para 24 km en total, así que creo que acerté.

Y salgo en la primera hoja de la clasificación!!! que me hace una ilusión bárbara, después de haber salido en la última hoja en mi primera participación en 2006 (5h38′)

Triatlón de Zarautz 2012. Crónica.

El día de la carrera fue el primero en meses que no me dolía nada al levantarme. ¡¡Qué sensación!! Desayunamos lo de siempre, recogemos a Fuente y aparecemos en Zarautz, más o menos sobre el horario previsto. Enseguida nos pusimos a hacer todas las cosas que teníamos pendientes: montar las laminar cover de Fuente, ajustar las mías, recoger dorsales y “almorzar”. No mucho, porque ya habíamos desayunado bien a las 9.

Pasamos el control de material y preparo las cosas con la nueva estrategia de alimentación para esta carrera. Por primera vez, voy a intentar hacer un B, o doble olímpico o lo que sea esto, sin comer barritas ni nada sólido. Ahora está de moda diluir un montón de geles en agua, pero aparte de que no lo he probado, no termina de convencerme la idea. En las semanas previas, he hecho tiradas de más de 3 horas sin sólido, sólo con bidones de Energy Drink de 226ers, y no me ha hecho falta más. La duda es qué va a pasar si antes tengo casi una hora de natación, y luego me queda casi una hora y media de carrera a pie. Pero corro mucho mejor con el estómago «vacío», y además tiraré de geles. Así que preparo 3 bidones de Energy: uno para el rato que tenemos hasta que se dé la salida, que entre que cogemos el autobús, vamos a Getaria y esperamos, van a ser casi dos horas, otro estándar para el manillar y otro para el bidón aero. Además, 4 geles para la bici (dos con cafeína y dos normales), dejo otros dos para correr y otro de cafeína antes de la salida, (que al final se me olvidó).

Una vez en el autobús, ir en compañía hace que todo sea mucho más sencillo y vamos bastante relajados. El tiempo de espera en Getaria también se pasa rápido, pero cuando falta media hora, decido que ya vale de charleta, y al agua a colocarme bien el Sailfish de Ibon.

El agua está bastante más fría que el pantano, pero  soportable. Me encuentro a gusto en el agua, y decido salir enseguida para coger buen sitio en la salida.

Me coloco en primera fila, pero me van metiendo el codito poco a poco, y sumado a que tampoco me veo como para salir entre los primeros, me dejo quitar el sitio sin montar pollos.

La primera boya está bastante abierta, así que me coloco en el lado izquierdo, para tener margen de maniobra y controlar mejor su situación. Se da la salida con una cuenta atrás que no se coordina con el bocinazo de Ainhoa Murua, y para variar me quedo atrás.

Pero bueno, aquí hay tiempo de sobra. Acabo saliéndome del todo hacia la izquierda pero veo que sigo bastante recto hacia la boya, así que a lo mío. Una vez pasada esta boya, decido cruzarme hacia el otro lado, para evitar hacer metros de más, pero sin perder de vista las boyas. Lo consigo sin chocarme con nadie, y veo que estoy remontando puestos. Me encuentro muy cómodo y me centro en empujar y alargar atrás. Entonces veo unos piragüistas que están mandando a la gente a la izquierda. No lo entiendo. Estamos muy lejos de las boyas y vamos bien enfilados hacia la siguiente.. Cuando de repente mi mano derecha pega con una roca…Bien, Diego, Bien. Ale, todos a la izquierda. Una vez llegados a las boyas del final, sí que está claro que el camino más corto es el del cateto, así que a nadar recto e intentar coger olas.. No lo consigo del todo, pero sí que avanzo. Lo que se convierte en una odisea es intentar ponerse de pie.. La arena está irregular y no hay manera de avanzar. Todos alrededor están de pie, pero andando. Es imposible correr. Así que intento coger las olas rotas para avanzar lo que se pueda, aunque sea culebreando.

Por fin, me pongo de pie y corro, rápido, por la arena. Oigo gritos de ánimo, distingo a Miguel y sigo para arriba, aunque patinándome en la cuesta, sin llegar a caerme. Me pongo el casco y fuera. Entonces oigo a iñigo, que creo que no ha dicho nada antes para no ponerme nervioso. Pero veo que me he dejado el dorsal en el manillar. En lugar de volver atrás intento ponérmelo con una mano, pero me lo pongo al revés. Oigo a una juez decirme que lo ponga bien… Ale, pues bien. A darle la vuelta.
Oigo por megafonía que llegan Agirretxe y Bizkarra, así que parece que he nadado bien.

Salto de la rana ridículo, en el que con esto de que llevo el sillín adelantado me caigo fuera y casi me siento en la rueda trasera. Al segundo intento, lo consigo.

Enseguida me acoplo, vuelvo a oir a Iñigo, y comienza Meagas. Como siempre, llevo el pulso alto, pero subiendo no me va a bajar, así que me olvido de él por un rato e intento subir a un ritmo cómodo en el que empiece a recuperar el ritmo de respiración. Empiezan a pasarme los “malos nadadores”… Agirretxe, Bizkarra (que iba a reservar hasta Aia), Fernando Gómez, Etxeandia, Otaegi.. y otros más que no conozco, pero bueno, no hay que ponerse nervioso. No son de mi guerra.. y esto es muy largo.

En la bajada adelanto a alguno (impresionante) y llega Etor. Pienso que si le cogí subiendo en Hondarribi, puedo tener nivel en bici para aguantar aquí, pero enseguida veo que no. Al llegar a Zumaia veo a Ekimov parado y me pide una cámara. Me entran dudas,.. puedo? No puedo? Paro, le digo que me van a echar si me ven, y tras unos momentos de duda, en los que he echado la mano atrás, al final ve una moto acercándose y decidimos dejarlo tal como está… Cuando arranco me pasa un GRUPO de unos 10… Sé que viene la moto por detrás, así que intento volver a adelantarles. Pero en cuanto lo hago, (con un calentón considerable) me vuelven a pasar… Durante la maniobra, llega la moto, que no era de juez si no de Jesús Cantero. Que nos dice que estamos al límite… Al límite? Vaya eufemismo!! Esto es un pelotón.

Decido levantar el pie y dejar que se vayan.  Buena decisión, porque justo al llegar a Getaria sí que llegó la moto de Berasa y empezó a repartir tarjetas. Peero, cuál fue mi sorpresa cuando al llegar arriba de Meagas, no había nadie en el penalti box…

Durante este último rato me he dedicado a ir mirando un poco cómo iban los watios (250) y el pulso… todo alto. Y aún así, llevo perdiendo en este sector muchas más posiciones de las que gano. En fin, hay que ceñirse al plan. También me doy cuenta de que apenas estoy bebiendo, así que primer gel y a empezar a beber con más continuidad.

Después de la segunda vuelta, el grupo delantero se ha deshecho algo, y ahora es algo más fácil circular. Se repite todo el rato el mismo patrón. Con la carretera para arriba me pasan, y cuesta abajo y en el llaneo de la costa, donde pega bastante aire de costado, es decir, donde importa la aerodinámica, paso yo con relativa facilidad. Esto me permite darme el gustazo de ir desde Getaria  a la curva de Zarautz, y hacer toda la recta de Zarautz, yo solito, sin nadie delante fastidiando.

Tremendo. Oigo mi nombre varias veces, pero hay tanta gente y voy tan rápido que es imposible distinguir ni ver nada.

Bueno, Orio. Otra vez para arriba, así que ya sé lo que toca. A perder puestos, pero ya llevamos 60 km, sólo quedan 20 y a correr.

Desde que cojo el desvío de Aia, quito el plato (demasiado pronto) para ir soltando. Y empieza el muro. Al principio, no me parece tanto, pero veo que la gente empieza a zigzaguera. Pongo el 27 rápido para evitar problemas con el cambio, y enseguida me tengo que poner de pie. La pendiente no parece tanto, pero voy parado… El dichoso cemento está bastante mal. Creo que zigzagueo menos que otros años, pero tampoco es que avance demasiado, pero bueno, como todo el mundo va igual, pues nada, aguantar, y esperar los otros tres.

En la bajada, pierdo bastante, pero tampoco me vuelvo loco.  Subo otra vez Orio, ya bastante tocadillo, y termino de beber lo que me queda para coger fuerzas para la carrera a pie.

Bajada rapidísima, y a la T2. Sin prisa, poniéndome bien los calcetines, y fuera.

Me noto bien de piernas, así que ha llegado mi momento. El GPS no coge los satélites, pero sé que voy bastante por debajo de 4. De todas, formas me meo y yo así no sé correr. Así que primero, lo primero. Cuando arranco, me pasa Miguel Ángel Valverde, que sé que corre más que yo, pero puede ser una buena referencia, por lo menos mientras aguante. Sorprendentemente, baja algo el ritmo y me emparejo con él. Ha tenido algún problema con las tarjetas y los penalti box y creo que se ha despistado. Así que sigo a mi ritmo. En la segunda vuelta empieza a molestarme la espalda.. Era de esperar. Queda rezar porque no vaya a más y pueda terminar dignamente. También se me carga bastante el glúteo pero esto también es soportable. El segundo paso por el golf se hace muy duro. El tramo de la arena empieza a recordarme a Arenales, pero estoy remontando y eso hace que todo parezca menos. Al terminar la segunda vuelta y pasar de nuevo por el centro del pueblo cambio el ritmo espoleado por la gente. Es increíble. No lo recordaba así.. tal vez porque este año voy mucho más delante, pero la gente anima mucho más, se me pone la carne de gallina y me emociono bastante. Además ya sé donde está situada la gente (Patri, Iñigo, Iván, los de Tolosa, los del 42195)… y hace que todo pase mucho más rápido.

Última vuelta. Ya está hecho. Empiezo a mirar las pulseritas de la gente que llevo delante.. Muchos están en mi vuelta, cada vez menos, pero sigo recortando. Una vez que llego al paseo, ya toca disfrutar. Vuelvo a cambiar el ritmo, pero tengo fuerzas para ir saludando a toda la gente que me ha animado en las anteriores vueltas pero no les he hecho mucho caso..

Enfilo la recta, y por primera vez miro el reloj de la plaza. 4h35’… Toma!!!!

Triatlón de Zarautz 2012. Previa.

Mañana, Zarautz. Un mito del triatlón vasco, que vuelve a su formato original tras un par de años en los que intereses privados desvirtuaron bastante el espíritu de la prueba.

Una carrera que he hecho dos veces:

en 2006, con mi Mendiz, mis primeros acoples largos, zapatillas normales y las eternas Scirocco.

donde sufrí como pocas veces en mi vida, pasé el corte de la bici por un minuto, me arrastré corriendo a más de 35ºC y juré que no volvería…

pero claro, somos así, y ya algo más curtido, volví en 2009, pero todavía sin preparación específica para larga.

Ahora vuelvo con mucho más fondo, sobre todo en bicicleta (y «to’ flipau», claro: cabra, casco aero, ruedones….). De los tres media-distancia que tenía planificados para este año, es la última oportunidad que me queda de hacerlo bien, así que no quiero quedarme a medias tintas e intentaré salir un poco más ambicioso de lo normal en mí (o sea, lo que digo siempre). Me da igual quedar el 120 que el 150, pero no es lo mismo quedar bastante más delante.

Más si cabe después de todo el apoyo que he tenido en el último mes. Empezando por Esti de Igaro, que ha conseguido poner mi espalda casi casi al 100%, pasando por Iván e Ibón que me han dejado sus trajes de neopreno para sustituir a mi maltrecho Blueseventy en esta cita,

por Borja con su compañía en la carretera y en el día a día aunque ahora casi ni nos veamos, a toda la gente de IDEC (Juanjo, Koldo, Gorka, Jesús, Miguel, Manolo, vamos media plantilla!!) que ha currado para hacerme unas laminar cover a medida que entren en las hiper-mega-requete-aero vainas traseras de la BLUE, y cómo no a Patri por no mandarme a la mierda en este tiempo.

No estoy nada nervioso para la carrera. Como puse en facebook, no hay como organizar un triatlón en Donosti al día siguiente, para no tener tiempo ni para ponerme nervioso ni preocuparme por una «simple» carrera en la que sólo tengo que nadar, andar en bici y correr.