Actualización de estado.

Toca entrada tipo diario. De vez en cuando me gusta hacerlas para repasarlas unos años después o a final de temporada, para entender mi rendimiento, mis estados de forma a lo largo de la temporada, etc.

El resumen de la situación es la siguiente: El 22 de diciembre, se me ocurrió salir a andar en bici con Mikel sin chaleco ni chaqueta windstopper. A estas alturas de la vida, uno ya debería saber que en Vitoria eso NO SE PUEDE hacer, por mucho solo y viento sur que haga. Desde el principio noté el pecho frío, y en vez de volver a casa (1km) a por más ropa, seguí para adelante, con el clásico «ya templará». Llegué a casa con el pecho entre inflado y dolorido. No contento con ello, a pesar de pasar una mala noche, el domingo hice otros 100 km con Ibon y Borja. Resultado: fiebre por la tarde, el lunes al médico y diagnóstico de bronquitis.

Tal como me adelantó el médico, pasé otros dos días bastante chungo, con fiebre, porque al antibiótico le iba a costar hacer efecto, y para el 29 ya estaba sin fiebre, en el rodillo (30 min a 120 ppm y 140w). A pesar de que cada día me encontraba un poco mejor, y el 31 me levanté con intención de correr la San Silvestre, no terminaba de estar bien. Tras la revisión en el médico, me dijo que todavía no estaba curado y me quedaba otra semana de reposo. Así que tras darle unas cuantas vueltas, opté por no correr mi carrera favorita (por fin usando la cabeza!!!), seguí de reposo otros 5 días. Total: 12 días parado.

Entonces tocaba lo que sabía que me iba a tocar: empezar a meter carga de forma progresiva sabiendo que nadando iba a ir muy lento, que no iba a tener sensación de agarre, que en la bici iba a llevar el pulso muy alto con pocos watios… Sufrir. He entrenado más o menos bien esta semana, haciendo malabarismos con los partes meteorológicos y mi horario, pero estoy relativamente satisfecho. Ayer por fin volví a encontrar sensaciones (y tiempos) en el agua. En la bici sé que me va a costar más.

Me quedan 7 semanas para los 200 km en bici de Abu Dhabi y muchos kilómetros por meter, pero tampoco puedo intentar hacerlos todos en la primera semana. Entre el rodillo y rezar para que no llueva los fines de semana, se hará lo que se pueda, como siempre.

Y este año toca….: ¡Bronquitis!

Parece que no hay manera de tener una temporada sin sobresaltos. Cuando no son las anginas (esto parece que ya está milagrosamente solucionado), son caídas, lesiones musculares… Este año ha tocado bronquitis. Por lo menos, una novedad.

Así que estoy tumbado en el sofá, rodeado de antibióticos y pañuelos de papel en lugar de estar metiendo una sesión de 5 horas de bici, que es para lo que me había cogido vacaciones, y encarar con algo de garantías los dos meses previos a los 200km de Abu Dhabi que ya me están empezando a agobiar.

Una pena, porque todo iba sobre ruedas, ya me había hecho de nuevo a la postura de la Blue, pero siempre tiene que pasar algo. Esperemos que esto sea todo, (no creo) y que para la semana que viene ya pueda dormir sin ahogarme en mocos y sudor y pueda empezar a volver a entrenar.

La San Silvestre cae en el último día de antibióticos. Muy mal tengo que estar para no correr mi carrera preferida, pero cada día que pasa lo veo más complicado. No parece el calentón más adecuado para curar una enfermedad respiratoria.

También parece que me quieren mandar unos meses a mi «amado» Getafe a trabajar, lo que ya le daría un punto épico a la temporada, pero como tampoco está nada claro a corto plazo, tampoco le voy a dar muchas vueltas de momento que con lo de ahora ya tengo bastante.

Como dice mi compañero de despacho:

«La paciencia hace más leve lo que no tiene enmienda.» Quinto Horacio Flaco